Fuente: Carlos Aragao
12/12/2018
General Motors, con sede en Detroit, anunció que terminaría la producción a fines de 2019 en las plantas de ensamblaje Lordstown en el noreste de Ohio, Detroit-Hamtramck en el sureste de Michigan y Oshawa en Ontario, así como también su planta de partes en Baltimore y la de transmisiones en el sureste de Michigan.
Todas las plantas de GM que van cerrar producen autos de pasajeros.
La compañía interrumpirá producción de los Chevrolets Cruze, Volt e Impala en América del Norte, ya que los estadounidenses acuden en masa a vehículos más grandes en forma de crossovers, SUV y camionetas. El Buick LaCrosse, Cadillac XTS y Cadillac CT6 también van ser retirados.
GM tiene aproximadamente 1,500 empleados en la planta de Detroit, 1,600 en la fábrica de Lordstown y 2,500 en Oshawa.
Cerca de la mitad de esos trabajadores tendrán la oportunidad de reubicarse en otra operación de GM, dijo la compañía.
GM dijo que también cerraría dos plantas adicionales fuera de América del Norte a fines de 2019 y continuará con los planes para cerrar su planta en Gunsan, Corea del Sur.
La reducción de la fuerza laboral afectará al 15 por ciento de los empleados asalariados de la compañía. No está claro cuántos de esos recortes serán voluntarios y cuántos tomarán la forma de despidos.
GM tiene 54,000 trabajadores asalariados en América del Norte, lo que significa que la compañía eliminará aproximadamente 8,000 de esos puestos.
A pesar de que muchas personas están afirmando que las decisiones no están relacionadas con la imposición de tarifas del actual gobierno de Norteamérica, me gustaría acordar las declaraciones de la empresa con relación a la imposición de esta misma tarifa en junio pasado:
"El aumento de los aranceles de importación podría llevar a una G.M. más pequeña, una presencia reducida en el país y en el extranjero para esta icónica empresa estadounidense, y generar menos, no más, empleos en los Estados Unidos".