Fuente: Coreen Villalobos Mundo. Foto: Cortesía Pedro Sojo
12/12/2018
Raleigh, N.C., a 11 de diciembre del 2018- La acentuada crisis económica registrada en Venezuela ha arrebatado a miles de niños la posibilidad de recibir juguetes durante las fiestas de diciembre. Sus esperanzas se diluyen entre los continuos comentarios de sus padres acerca de lo complejo que resulta comprar comida y medicinas. No hay espacio dentro del presupuesto para regalos.
Ante esta triste realidad, la Asociación Cultural Venezolana de Carolina del Norte aportó una grano de arena para lograr que 115 niños estudiantes de la escuela pública Las Cadenas, ubicada en Los Teques -localidad cercana a Caracas-, y la cual está enclavada en una barriada pobre, sonrieran al recibir regalos esta Navidad.
La información fue suministrada por Mary Quezada, presidenta de esta asociación conformada por altruistas que comprenden la trascendencia de todo esfuerzo realizado para ayudar a sus paisanos en estos momentos tan críticos. "En noviembre, recibimos una emotiva carta enviada por una maestra de esta escuela, a través de la cual pidió nuestro apoyo al proyecto social llamado 'Regalando Sonrisas para Navidad'. De inmediato, nosotros en la asociación, decidimos adoptar esta escuela. No es un aporte muy grande, pero creemos que significará mucho para los niños, sus padres y las maestras", explicó.
La encomienda fue la suma de muchos esfuerzos y donaciones. "Nosotros formamos parte de una asociación sin fines de lucro. Siempre queremos ayudar de las mejores formas posibles y todo lo que hacemos se logra a través de donaciones y actividades de recaudación. Esta entrega de regalos nos tiene muy emocionados", indicó Quezada antes de precisar que los regalos se obtuvieron, a precio de mayorista, en una empresa deportiva en California y que un venezolano radicado en ese estado y que gerencia la empresa de encomiendas Pelham Services Inc., donó el envío hacia Venezuela.
Exitosa Rumba Navideña
El pasado viernes 7 de diciembre, se realizó en el 212 Foster St, Durham, la Rumba Navideña 2018, promovida por la Asociación Cultural Venezolana de Carolina del Norte. La ocasión fue ideal para que unos 400 venezolanos se encontraran, abrazaran, cantaran y bailaran al ritmo de los sones de ese país. "Fue un evento familiar con sabor venezolano, platos típicos, danzas, música y hora loca", explicó Mary Quezada.
En medio de un ambiente de algarabía pre-navideña, un santa venezolano entregó regalos a los niños de estas familias. "Nos sentimos muy felices con lo que logramos en cada una de estas fiestas. Recordamos que somos hermanos y estrechamos lazos. La colonia venezolana está creciendo muy rápido en el estado y cada año representa un mayor desafío organizar esta fiesta, pero nos sentimos orgullosos de hacerles sentir como en casa",
Casi 20 años de servicio
La Asociación Cultural Venezolana de Carolina del Norte se conformó hace casi 20 años y surgió de la necesidad que tenían los venezolanos radicados en el estado de apoyar a sus coterráneos cuando sufrieron los embates de una tragedia natural que enlutó a muchas familias que vivían cerca de la capital. "Solamente estábamos tres familias venezolanas aquí. Nos juntamos y decidimos hacer algo para recaudar $ 20,000 que serían destinados a la reconstrucción de las viviendas destruidas por el gran deslave de 1999. Desde entonces, no hemos parado de ofrecer nuestro apoyo y en el 2004 obtuvimos carácter de asociación civil sin fines de lucro", indicó Mary Quezada.
Con el paso el tiempo, se unieron al grupo Danzas Venezolanas. Luego crearon su propio grupo de danza y otro musical. "Nuestra misión es promover las tradiciones venezolanas, a través de la educación y actividades culturales, con la idea de dejar un legado a las próximas generaciones, que nuestros hijos comprendan la riqueza de nuestra cultura y se sientan orgullosos de pertenecer a ella, que hablen español, que tengan una identidad definida por nuestra idiosincrasia. Entre nosotros hay unión y hermandad. Es maravilloso que nuestros hijos sientan ese cariño", dijo Quezada.
La asociación tiene una visión clara. "Apuntamos a ser una de las mejores organizaciones en Carolina del Norte que siembre amor por los valores venezolanos, no solo dentro de los núcleos familiares venezolanos, sino también dentro de la comunidad que nos ha acogido. Nos vinculamos con esta tierra, haciendo aportes culturales y educativos. Hace poco hablamos sobre la vinculación histórica entre Estados Unidos y Venezuela. Con frecuencia, organizamos este tipo de eventos para vincularnos con esta comunidad", agregó.
Confiada en que muchos de los venezolanos que están comenzando a echar raíces en Carolina el Norte podrán cumplir su sueño de regresar a ese país cuando la crisis socio-política se minimice, Quezada emitió un mensaje esperanzador. "Es difícil cambiar de país, dejar amigos, historia y costumbres. Es difícil comenzar de nuevo. Pero realmente es una oportunidad para reinventarse, entregar lo mejor de nosotros a este país y participar lo más que podamos en los procesos que contribuyan a su progreso".
Patrocinio estudiantil
La asociación presidida por Mary Quezada ha patrocinado los estudios de tres venezolanos en colegios comunitarios, con el fin de garantizarles la oportunidad de pagar por su preparación académica los mismos costos de matrícula que un estudiante residente.
Éste es otro de los grandes aportes que han hecho estos activistas a favor de la comunidad venezolana. "Un extranjero debe pagar entre 3,000 y 4,000 dólares más en las universidades que un residente y nosotros nos hacemos responsable de que paguen como residentes", puntualizó finalmente.