Crimen y Justicia
¿Cuáles son los obstáculos para poner fin a la guerra en Sudán?
El Cairo, 26 nov (EFE).- Tras más de 31 meses de guerra, las opciones para poner fin a la guerra en Sudán se están viendo cada vez más reducidas por los avances militares, las tensiones con los mediadores y el rechazo de ambos bandos a un plan de paz de Estados Unidos que el Ejército sudanés considera “inaceptable”.
Esto sucede tras la división militar de Sudán en oeste -controlado por el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR)- y este -a manos de las Fuerzas Armadas Sudanesas-, mientras prosiguen los combates para dominar el centro del país.
Estas son las claves para entender los obstáculos a la paz en Sudán.
La caída de Al Fasher
Las FAR capturaron hace justo un mes la ciudad de Al Fasher, que hasta entonces fue el último bastión del Ejército en Darfur, una región occidental que cubre aproximadamente una cuarta parte de todo Sudán y tiene un tamaño similar al de España.
Ese logro militar, alcanzado tras más de un año y medio de asedio, permitió a los paramilitares dominar por completo Darfur, donde incluso han establecido una suerte de Gobierno paralelo.
Pero tanto las FAR como el Ejército apoyan públicamente la integridad territorial de Sudán, aunque las batallas se están centrando en la vecina región central de Kordofán, clave para cambiar el curso de la guerra.
Un plan de paz “inaceptable”
Estados Unidos encabeza el denominado ‘Cuarteto para Sudán’, un mecanismo de mediación integrado también por Egipto, Arabia Saudí y -pese al rechazo del Ejército sudanés- Emiratos Árabes Unidos (EAU), país al que Jartum acusa de apoyar y financiar a las FAR, extremo que Abu Dabi niega.
Los mediadores han elaborado un plan del que no han trascendido los detalles, pero que contempla un alto el fuego de tres meses y un proceso de negociación de nueve, con énfasis en la llegada de ayuda humanitaria a las zonas más afectadas por la guerra.
Según el jefe del Ejército sudanés, Abdelfatah al Burhan, el ‘Cuarteto’ ha presentado tres propuestas: la primera fue rechazada y respondida con una hoja de ruta propia que incluye un alto el fuego y la retirada de las FAR de las grandes ciudades como Al Fasher.
“Deben moverse a áreas de asamblea designadas, acordadas con los mediadores”, según Al Burhan, que aseguró que el objetivo de su plan es que los desplazados puedan volver, iniciar la reconstrucción, y empezar las negociaciones directas con las FAR y otros grupos.
La segunda propuesta “estaba cerca” de ese plan, pero no salió adelante y, la tercera, fue “la peor” porque “eliminó por completo la existencia de las Fuerzas Armadas, exigía la disolución de los servicios de seguridad” y permitía a los paramilitares “permanecer en el poder”, algo que el líder del Ejército tachó de “inaceptable”.
El principal señalado fue el asesor estadounidense para Asuntos Árabes y Africanos, Massad Boulos, al que Al Burhan acusó de ser “un obstáculo para la paz” y de servir los intereses de Emiratos, en un momento en el que Washington está estrechando sus relaciones con los países ricos del golfo Pérsico.
Tregua unilateral
El rechazo del Ejército al plan estadounidense fue respondido con el anuncio unilateral de un alto el fuego humanitario de tres meses por parte del comandante de las FAR, Mohamed Hamdan Dagalo -alias Hemedti-, algo que Jartum calificó de “maniobra política” para ganarse el favor de los mediadores.
EE.UU. denunció poco después que los paramilitares también rechazaron la propuesta, aunque mostró su apoyo a la tregua unilateral de Hemedti.
En una columna publicada el martes en el ‘Wall Street Journal’, Al Burhan afirmó que la paz solo pasa por el desmantelamiento de las FAR, pero indicó que “la única ventana que podría quedar abierta para los miembros de las FAR es la posibilidad de integrar elementos de la milicia en el Ejército nacional”.
Precisamente, ese proceso hizo estallar la guerra que, desde 2023, ha provocado decenas de miles de muertes y el desplazamiento de más de 13 millones de personas.
Tensiones con los mediadores
Los mediadores están empeñados en eliminar los elementos islamistas en las filas del Ejército sudanés, especialmente los vínculos con los Hermanos Musulmanes, organización considerada terrorista por Emiratos, Egipto y Arabia Saudí, y una designación que Estados Unidos también pretende adoptar.
Esta acusación ha sido la principal baza contra el Ejército de las FAR y de Emiratos, mientras que la cúpula de Al Burhan asegura que se trata de una encerrona para forzar las negociaciones, aunque la institución castrense está plagada de remanentes islamistas del régimen del exdictador Omar al Bashir (1989-2019).
A su vez, eso ha creado tensiones entre los propios mediadores, ya que Egipto -principal garante del Ejército- ve cómo su aliado emiratí apoya al bando opuesto en la guerra, mientras que Arabia Saudí trata de evitar que otros actores, como Irán, ganen influencia en Sudán.
-
Localeshace 5 días
Casi 1.500 personas en el norte de Raleigh se quedaron sin luz
-
Internacionaleshace 3 díasMaduro dice que en el norte tratan de decir que en Venezuela “hay un régimen, un dictador”
-
FARÁNDULAhace 5 días
Bad Bunny inicia este viernes su esperada gira consolidado como una estrella mundial
-
Localeshace 5 días
Retrasan encendido de árbol de Durham para priorizar el apoyo comunitario en medio de los esfuerzos migratorios
-
Localeshace 5 días
“Nos sentimos inseguros”: Funcionarios de la ciudad de Durham piden apoyo a la comunidad tras las redadas de la Patrulla Fronteriza
-
FARÁNDULAhace 5 días
Ozuna y Beéle lanzan ‘Enemigos’, avance de su esperado álbum de colaboración ‘STENDHAL’
-
INMIGRACIÓNhace 5 días
Cargos electos y activistas en Nueva York conciencian a población ante más redadas de ICE
-
Crimen y Justiciahace 5 días
Stein se comprometió a invertir en la seguridad de Carolina del Norte

