Ecuador despliega un amplio dispositivo de seguridad para una cumbre sin presidentes

Cuenca (Ecuador), 14 nov (EFE).- Grupos de inteligencia, «barridos» electrónicos y antiexplosivos, «cápsulas de seguridad» para cancilleres y embajadores, Fuerzas Armadas por toda la ciudad y en los puntos estratégicos, drones y naves aeropoliciales, y un total de 2.400 agentes y militares integran el dispositivo de seguridad desplegado de forma excepcional en la ciudad andina de Cuenca para reforzar la seguridad de la XXIX Cumbre Iberoamericana, que se celebra este jueves y viernes.

«Tenemos en este momento 22 cápsulas de seguridad con los cancilleres y cápsulas adicionales con embajadores y ministros de Estado. La seguridad de los presidentes y vicepresidentes de la República está a cargo en este momento de las Fuerzas Armadas», declaró hoy el comandante del operativo, el coronel José Vargas.

La cumbre, marcada por la ausencia de líderes de la región y a la que sólo asisten el presidente anfitrión Daniel Noboa; el rey de España, Felipe VI; y el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, se realiza bajo un intenso control y supervisión policial condicionado por la oleada de violencia que Ecuador vive desde finales de 2020.

Si bien los niveles de inseguridad de Cuenca, situada al sur del país, no están entre los más altos, las bandas del crimen organizado situó a Ecuador, en en 2023, como la nación latinoamericana con más homicidios per cápita, con una tasa de 47,2 homicidios por cada 100.000 habitantes.

«Hasta el momento no hemos tenido ninguna novedad, más bien tenemos que agradecer la colaboración de la ciudadanía ante el cierre de ciertos lugares que por seguridad hemos tenido que aislar», señaló el también jefe de la Zona 6 de Cuenca, que comprende las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago.

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El 9 de enero de este año, coincidiendo con el inicio del mandato del presidente Noboa, un grupo de encapuchados fuertemente armado entró un estudio del canal TC Televisión, en Guayaquil y obligó al personal a tumbarse en el suelo, mientras se oían disparos y gritos. Las imágenes del suceso, emitido en directo, dieron la vuelta al mundo.

El suceso, que generó una profunda alarma social, se produjo además en medio de una oleada de violencia, fugas de narcotraficantes y disturbios en algunas prisiones que motivaron que el presidente Daniel Noboa declarara el estado de excepción en el país.

Este mismo martes, a dos días de la cumbre, se produjo una nueva masacre en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, la cárcel más violenta de Ecuador, con un balance de diecisiete reos asesinados y catorce heridos.

El mandatario paraguayo, Santiago Peña, uno de los pocos cuya asistencia estaba confirmada, suspendió este jueves su participación a la Cumbre debido al escenario político y social «inestable» en Ecuador, segín informó la Presidencia de Paraguay.

En paralelo al evento, varias organizaciones sociales celebran una «contracumbre» con la convocatoria de varias manifestaciones.

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«Hay una preocupación normal por la contracumbre, pero lo importante es que pensando en el país, no en temas políticos ni gremiales, actúen con altura, de forma pacífica y que no dañen la imagen que hasta el momento está dando Cuenca de una ciudad absolutamente culta, respetuosa», recalcó el coronel Vargas.

Algunas calles de la ciudad permanecen cerradas los dos días que dura esta cita internacional, especialmente las cercanas al Museo Pumapungo, que será la sede de la reunión de Jefes y Jefas de Estado y de Gobierno, así como del encuentro previo de los cancilleres.

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