Gobierno de Maduro coló entre los estadounidenses canjeados a venezolano que mató a tres personas en Madrid

José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del gobierno de España, ha colaborado con su negociación entre Venezuela y Estados Unidos a que el asesino de tres personas a las que acuchilló en Madrid quede en libertad. El asesino se llama Dahud Hanid Ortiz. Para que se hagan una idea de la salvajada que cometió el ya liberado, hay que remontarse al 22 de junio de 2016.

Ese día, Dahud asesinó en un despacho de abogados del barrio madrileño de Usera a dos trabajadoras y a un cliente del bufete. Las empleadas se llamaban Maritza Osorio, Elisa Consuegra y el cliente Pepe Castillo. Después prendió fuego al despacho. En realidad, ninguno de ellos debía morir. A quien buscaba Dahud era al abogado Víctor Salas, pero aquella tarde se retrasó porque tras comer se sintió mal. Tras aparcar su moto se encontró la masacre.

La culpa de Víctor fue tener como pareja a la exmujer de Dahud. Él quería vengarse de semejante afrenta. Tras cometer el triple crimen, este hombre huyó hasta Venezuela. Allí fue detenido en 2018. El país denegó la extradición a España del acusado y garantizó que sería juzgado en su tierra.

Cumplieron su palabra. Hubo juicio y lo condenaron a 30 años de prisión en noviembre de 2023. Al parecer estos días alguien no ha hecho su trabajo. El gobierno venezolano le ha colado a Estados Unidos a un asesino como un preso político por espionaje.

En esta negociación ha participado José Luis Rodríguez Zapatero.

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«Estoy aterrorizado», confiesa a El Debate el abogado Víctor Salas. «Zapatero ha colaborado en una injusticia. Ese asesino está libre camino de Estados Unidos y en cualquier momento puede venir a matarme».

En un vídeo hecho público por Maduro, tras el intercambio de prisioneros, se escucha a Zapatero decir que «ha sido una gran decisión» y se muestra «muy feliz, muy satisfecho y muy agradecido», antes de que Maduro le diga que espera que «pronto visite el país» para que pueda «como siempre apoyar a los procesos de diálogo». «Eso está hecho», le responde Zapatero, que agrega: «Ya me preparo (risas)».

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