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Crimen y Justicia

Gobierno y paramilitares están dispuestos a colaborar con Trump para frenar la guerra sudanesa

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Imagen de 19 de noviembre de 2025 del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán.EFE/EPA/ANNA ROSE LAYDEN / POOL

Jartum, 20 nov (EFE).- El Gobierno sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) se han mostrado dispuestos a colaborar con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de que el mandatario republicano se comprometiera a resolver el conflicto en Sudán a petición del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán.

“El Gobierno de Sudán acoge con beneplácito los esfuerzos de Arabia Saudí y de EE.UU. para lograr una paz justa y equitativa en Sudán”, dijo un comunicado del Gobierno sudanés hecho público en las últimas horas.

“Les agradecemos su preocupación y sus continuos esfuerzos para detener el derramamiento de sangre en Sudán, y reafirmamos nuestra disposición a colaborar para alcanzar la paz a la que aspira el pueblo sudanés”, añadió el comunicado.

El primer ministro sudanés, Kamil Idris, también confirmó este jueves en X su “plena disposición a dialogar firmemente con ellos (Trump y Bin Salmán) para lograr la paz, la seguridad, la estabilidad y la prosperidad para el pueblo sudanés”.

El líder del Ejército y hombre fuerte de Sudán, Abdelfatah al Burhan, también se mostró favorable y agradecido tras las manifestaciones de Trump, al destacar en un mensaje en su cuenta en X: “Gracias, su Alteza el príncipe Mohamed bin Salmán. Gracias, Presidente Donald Trump”.

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Por su parte, el principal asesor del líder de las FAR, Elbasha Tibeig, aseguró hoy que el grupo paramilitar “acoge con satisfacción las declaraciones del presidente Donald Trump sobre la paz en Sudán y el fin del conflicto que ha desplazado a millones de personas y ha dejado a millones más en condiciones humanitarias extremadamente duras”.

“Solo rechazan la paz aquellos que se lucran con la guerra y explotan a las naciones”, añadió Tibeig también X.

Advirtió, no obstante, que “cualquier paz que no diagnostique las raíces de la crisis sudanesa y ofrezca soluciones radicales, que no establezca un Estado basado en los derechos de ciudadanía (…), y que no siente las bases para un nuevo Ejército profesional, alejado de la hegemonía política y responsable de proteger las fronteras del país, no hará más que prolongar el ciclo de guerras y la espiral de conflictos”.

Trump se comprometió este miércoles a intentar resolver la guerra que en dos años y medio convirtió a Sudán en escenario de la peor crisis humanitaria del planeta, después de que así se lo pidiera Bin Salmán durante una reunión el martes en la Casa Blanca.

El mandatario dijo asimismo que su Administración va “a empezar a trabajar en Sudán”, tras destacar que el saudí le dio detalles sobre la situación en Sudán: “Nos explicó toda la cultura y toda la historia, y fue muy interesante escucharlo, realmente asombroso, y, ya saben, ya hemos empezado a trabajar en ello”.

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Esta es la primera vez en casi dos años que tanto el Ejército como los paramilitares anuncian claramente su disposición a colaborar para poner fin al conflicto.

El Ejército sudanés se había mostrado reticente y no había dado una respuesta oficial al plan de paz promovido por Washington y anunciado en septiembre pasado por el llamado Cuarteto para Sudán -EE.UU., Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Egipto- para un alto el fuego humanitario de tres meses, aunque lo aceptaron las FAR.

La guerra sudanesa estalló el 15 de abril de 2023 y, desde entonces, decenas de miles de personas han muerto, más de 13 millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares y más de la mitad de la población sufre inseguridad alimentaria aguda, según la ONU.

El conflicto comenzó tras el fracaso de las negociaciones entre las FAR y el Ejército para incorporar a los combatientes de éstas en la institución militar.

EE.UU., la ONU y varias organizaciones humanitarias acusan a ambas partes de cometer crímenes de guerra, si bien lo peor fue tras la caída en manos de las FAR a finales de octubre de la ciudad de Al Fasher, donde se han denunciado numerosas atrocidades, incluidos asesinatos extrajudiciales y violaciones de mujeres y niñas sobre bases étnicas.

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Perder esta urbe, capital de Darfur Norte, que era hasta ese momento el ultimo reducto del Ejército en todo el oeste del país, fue un duro golpe para los militares sudaneses por lo que en los últimos días empezaron una amplia campaña militar para expulsar a las FAR del oeste de la vecina Kordofán e impedir su avance hacia Jartum. EFE

az-fa/amr

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