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Crimen y Justicia

Hizbulá asegura que estará «junto a Siria» para frustrar la ofensiva insurgente

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Idlib (Siria)/El Cairo/Damasco, 5 dic (EFE).- El Gobierno sirio de Bachar al Asad perdió este jueves el control de la ciudad de Hama, la segunda capital provincial que cae en manos de la insurgencia islamista en poco más de una semana de ofensiva, tras violentos combates que obligaron a «replegarse» a sus tropas.

El grupo Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), que lidera la ofensiva, rompió las defensas del Ejército sirio en el entorno de la estratégica ciudad de Hama tras varios días de batalla en los que finalmente los insurgentes lograron penetrar en la urbe y tomar también el aeropuerto militar, el principal cuartel de la policía y su prisión, de la que liberaron a «centenares de prisioneros».

La confirmación de la toma de la ciudad llegó de forma simultánea tanto por las autoridades de Damasco, que reconocieron su retirada para «replegarse y posicionarse fuera de la ciudad», como por parte de los portavoces de HTS, quienes dijeron que «las fuerzas del régimen viven un estado de anarquía en Hama y los altos oficiales huyeron».

Combates violentos

La caída de Hama, objetivo de HTS y sus milicias aliadas apoyadas por Turquía, llegó tras dos días de combates en el entorno inmediato de la ciudad en los que las tropas de Damasco lograron rechazar los asaltos directos por el sector norte de la ciudad, que se encuentra situada sobre la estratégica autopista M5 que vertebra Siria de norte a sur.

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De hecho, en la mañana de este jueves el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, ONG con sede en el Reino Unido pero con una extensa red de colaboradores en el terreno, informó de que las tropas leales a Al Asad habían rechazado asaltos a la ciudad por el norte y recuperado terreno en esa zona.

Esos asaltos fueron rechazados debido a «intensos bombardeos con artillería y misiles, además de intensos ataques aéreos sirios» y de la aviación rusa, el principal aliado externo de Damasco en este conflicto.

Las imágenes difundidas por los rebeldes y reportes oficialistas apuntan que el ataque final se realizó por la zona este de la ciudad.

Las Fuerzas Armadas sirias indicaron que su repliegue se produjo para evitar combates dentro del área urbana y señalaron haberse posicionado fuera de la ciudad, que fue atacada «por organizaciones terroristas desde diversos ejes y en gran número, utilizando todos los medios y equipos militares, y con la ayuda de grupos de inmersión».

«Durante las últimas horas, ante la intensificación de los enfrentamientos (…) y el aumento del número de mártires (muertos) entre las filas de nuestras fuerzas, estos grupos lograron penetrar e ingresar a varias zonas de la ciudad, a pesar de sufrir grandes pérdidas entre sus filas», añadió.

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Compasión y amabilidad

Abu Mohamed al Jolani, líder de HTS, no tardó en aparecer para confirmar este triunfo de sus militantes, para insistir en un mensaje que ya dio el día anterior: solicitar a los militantes de su organización, que tiene sus orígenes en el Frente al Nusra, la filial siria de Al Qaeda, «compasión y amabilidad» en las zonas «liberadas».

«Os anuncio la buena noticia que los combatientes revolucionarios empezaron a entrar en la ciudad de Hama, para desinfectar la herida que duró en Siria a lo largo de cuarenta años. Rezo porque sea una apertura sin venganzas, que sea una apertura de compasión y amabilidad», dijo el líder de la organización, considerada terrorista por el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros.

El éxito fulgurante de la ofensiva de HTS, que incluye también a otros grupos opositores a Damasco apoyados por Turquía, ha despertado miedos de que se vuelvan a repetir abusos de derechos humanos contra civiles, tal y como han denunciado organizaciones como Human Rights Watch.

Alepo, la segunda ciudad de Siria en población y que alberga una destacada comunidad cristiana, ocupada por HTS desde el pasado viernes, vive hoy una jornada de calma, según indicaron residentes en la localidad contactados por EFE.

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En este sentido, HTS también prohibió este mismo jueves «toda manifestación militar» en Alepo para «no intimidar a la población».

«Se prohíben las manifestaciones militares dentro de la ciudad -uniformes, vehículos o armas de combate- para no intimidar a la población», así como «la presencia de controles militares en los barrios» de Alepo, avisó la nota emitida por el comando militar del grupo.

De momento, según el Observatorio, han muerto al menos 727 personas desde el inicio de la ofensiva, entre ellas más de 100 civiles.

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