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Crimen y Justicia

«Influencer» hispano-rumana abriga y da lecho a los desplazados por los ataques de Israel

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En una fábrica de textiles al sur de El Cairo, la empresaria, activista, actriz y popular "instagramer" hispano-rumana Nicole Jenes, prepara cuidadosamente cada uno de los productos que serán enviados para abrigar y dar un lecho a las víctimas palestinas y libanesas de los ataques israelíes con la única motivación humanitaria de "tener un corazón en el pecho". EFE/ Raúl Martín Lorenzo

El Cairo, 17 oct (EFE).- En una fábrica de textiles al sur de El Cairo, la empresaria, activista, actriz y popular «instagramer» hispano-rumana Nicole Jenes, prepara cuidadosamente cada uno de los productos que serán enviados para abrigar y dar un lecho a las víctimas palestinas y libanesas de los ataques israelíes con la única motivación humanitaria de «tener un corazón en el pecho».

Durante el último año, Jener, popular en las redes sociales locales por sus vídeos de humor satírico sobre la situación en Palestina y Líbano, ha dirigido sus esfuerzos y el de todos los empleados de su fábrica a enviar camiones llenos de ropa y colchones primero a la frontera de Gaza y ahora asume el reto de llevar más ayuda a los desplazados en el Líbano.

Al servicio de la causa humanitaria

La infraestructura que sostiene todo este esfuerzo es su fábrica textil. Ella misma ha decidido poner sus instalaciones, trabajadores y recursos al servicio de esta misión, y utiliza los fondos que recauda para comprar la materia prima necesaria y fabricar artículos esenciales.

«Aquí fabricamos todo tipo de textiles esenciales, producimos colchones, sacos de dormir, mantas, almohadas y ropa para los desplazados», explica a EFE. «La gente huye sin nada, así que lo primero que necesitan es un lugar para dormir y ropa adecuada».

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Nicole comenzó en noviembre de 2023 enviando camiones con ropa y colchones a Gaza desde su fábrica y ahora amplió su misión para apoyar a los 1,2 millones de desplazados que, según fuentes oficiales, hay ahora mismo en el Líbano.

«Todo lo que hacemos aquí requiere fondos, y aunque dedico la fábrica a esta causa, siempre necesitamos más recursos para comprar los materiales», asegura Nicole, consciente de la magnitud del reto.

De hecho, a Nicole le gusta cuidar cada detalle, por ello teje chaquetas y abrigos de diferentes colores, con la mejor calidad posible y sometidos a varios controles, para que los niños «se sientan especiales y no necesitados».

«No lo hago por religión ni por política», asegura. «Lo hago porque tengo un corazón en el pecho».

De Gaza al Líbano

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Esta semana envió su primera carga al Líbano, mientras continua su labor de ayuda a Gaza y a los palestinos que se han refugiado en Egipto de la violencia israelí.

«Estamos trabajando con ambos proyectos a la vez. El primer envío al Líbano acaba de salir, y aunque no podemos hacer llegar más camiones a Gaza, seguimos ayudando desde aquí, en Egipto», aseguró a EFE.

Este primer envío al Líbano que prepara de 126 colchones es una prueba.

Según explica Nicole, «no sabemos si llegará». Al ser el primer intento, lo ha financiado completamente de su bolsillo, y una vez confirme que la ayuda llega a su destino, lanzará campañas de ‘crowdfunding’, un sistema de micromecenazgo, para financiar más contenedores de ayuda con las aportaciones de donantes.

Los colchones viajarán desde El Cairo al puerto de Alejandría, donde viajarán por mar hacia el Líbano y serán repartidos a aquellos que tuvieron que huir de su casa.

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Papel crucial de las redes

Con más de 300.000 seguidores en su cuenta de Instagram, Nicole utiliza un enfoque satírico y humorístico para compartir contenidos relacionados con la causa palestina, de gran popularidad.

Su presencia en las redes ha sido su mayor aliado para financiar los camiones de ayuda gracias a las donaciones, y a través de vídeos documenta cómo lleva a cabo sus labores para mantener informados tanto a sus seguidores como a los donantes.

«Las redes sociales son muy importantes, aparte de para promover el trabajo humanitario, para desarrollar esa responsabilidad humana y moral de lo que está pasando», concluye la activista.

Raúl Martín Lorenzo

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