Israel retira a las mujeres guardas de prisión tras escandalo sexual con preso palestino

Jerusalén, 30 sep (EFE).- Israel va a retirar de su puesto a todas las mujeres que sirven como guardas de prisiones de alta seguridad, después de que se haya destapado que algunas de ellas mantenían relaciones sexuales regularmente con un preso palestino acusado de terrorismo.

«Todas las mujeres soldados del Ejército israelí dejarán inmediatamente de servir como guardias en las prisiones de alta seguridad en las que haya terroristas palestinos», informaron ayer en un comunicado conjunto la jefa del Servicio de Prisiones de Israel, Katy Perry, y el ministro de Seguridad Nacional, el extremista Itamar Ben Gvir.

El comunicado llegó poco después de que se filtrara que una soldado del Ejército israelí, que servía como guardia de prisión durante su servicio militar obligatorio, fue suspendida por mantener relaciones íntimas y sexuales con un prisionero de alta seguridad palestino, según medios hebreos.

El Tribunal de Primera Instancia de Petah Tikva impuso una orden de silencio sobre los detalles del caso, incluida la ubicación de la prisión, así como la identidad de la guarda y del preso, que cumple cadena perpetua por atentar contra civiles israelíes.

Según la prensa israelí, durante su interrogatorio, la soldado arrestada confesó que al menos otras cuatro guardas de la prisión habían mantenido relaciones sexuales con el mismo preso, quién fue trasladado a un ala separada de la cárcel y sometido también a un interrogatorio.

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También informan de que el preso presuntamente poseía un teléfono en su celda que utilizaba para mantenerse en contacto con varias de las guardias e intercambiar fotografías.

A raíz del escándalo, el ministro Ben Gvir afirmó que para 2025, «ni una sola mujer soldado permanecerá en las alas donde están las celdas de prisioneros de alta seguridad», según medios israelíes.

No es la primera vez que sale a la luz un caso de guardas israelíes que mantienen relaciones sexuales con presos palestinos; lo que ya motivó en el pasado llamamientos para que las soldados israelíes, a menudo cumpliendo el servicio militar obligatorio, no sirvan en cárceles de alta seguridad.

Sin embargo, los intentos no han prosperado ante la falta de personal para reemplazar a las reclutas, aunque en enero el Servicio Penitenciario inició una campaña de reclutamiento y ha contratado a más de mil nuevos guardias para reemplazar a las soldados.

Hace un año, el gobierno israelí ordenó una investigación después de un escándalo en una cárcel en el que se alegaba que convictos palestinos habían agredido y violado a mujeres soldados que servían como guardias de prisión y que algunos altos funcionarios de prisiones habían ejercido como proxenetas.

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