Conecte con nosotros

Crimen y Justicia

La oposición taiwanesa se rearma con una líder conciliadora con China y distante de EE.UU.

Publicado

en

Fotografía de Cheng Li-wun, la líder del principal partido de la oposición de Taiwán, el Kuomintang.
EFE/EPA/RITCHIE B. TONGO

Javier Castro Bugarín

Taipéi, 14 nov (EFE).- El principal partido de la oposición de Taiwán, el Kuomintang (KMT), atraviesa una etapa de profunda transformación interna tras la elección de una líder partidaria de profundizar el diálogo con China y reacia a elevar demasiado el gasto en Defensa, una postura que podría tensar la relación con Estados Unidos.

Esa dirigente es Cheng Li-wun (1969), quien a finales de octubre se impuso en las primarias de la formación opositora con más del 50 % de los votos, superando ampliamente al exalcalde de Taipéi y favorito del ‘establishment’ del KMT, Hau Lung-pin, que obtuvo el 35,85 %.

Con un estilo directo y, en ocasiones, provocador, la exlegisladora prometió trabajar por una “paz duradera” con China, que considera a Taiwán, gobernada de forma autónoma desde 1949, como “parte inalienable” de su territorio.

Según William Yang, analista sénior para el Noreste de Asia en Crisis Group, Cheng buscará atraer a los votantes históricos del KMT y a quienes se sienten “desilusionados” con el gobernante Partido Democrático Progresista (PDP), de tendencia soberanista y en el poder desde 2016.

Anuncio

“El KMT podría intentar retomar la estrategia previa de aumentar la frecuencia de contactos con Pekín, tanto como una forma de diferenciarse del PDP a los ojos de los votantes taiwaneses, como para aprovechar el creciente escepticismo hacia la credibilidad de EE.UU. entre el electorado de la isla”, señala Yang a EFE.

Tono conciliador con China

El presidente chino, Xi Jinping, se apresuró a felicitar a Cheng tras su victoria en las primarias, mediante un mensaje en el que expresó su deseo de que el Kuomintang y el Partido Comunista chino (PCCh) “unan a la gran mayoría del pueblo taiwanés” para, entre otros fines, “avanzar hacia la ‘reunificación nacional’”.

En su respuesta, Cheng destacó que los habitantes a ambos lados del Estrecho “forman parte de una misma nación china” y, un día después, manifestó su disposición a reunirse con Xi si ello ayudaba a “resolver las diferencias” y “fomentar la cooperación” entre Taipéi y Pekín.

Anuncio

Para Michael Cunningham, investigador no residente del Centro de Estudios sobre China de la Universidad Nacional de Taiwán, Cheng intenta “trazar una clara distinción” entre el KMT y el PDP en cuanto a su política hacia China, aprovechando las críticas al mandatario actual, William Lai, cuya aprobación ronda el 35 %.

“Como cada vez más personas, dentro y fuera de Taiwán, culpan a la Administración de Lai por las tensiones, probablemente Cheng considere que existe una oportunidad para ganar apoyo para el KMT (…). Esa oportunidad no existía durante el mandato de Tsai Ing-wen (2016-2024), quien era vista ampliamente como una dirigente responsable”, afirma a EFE el experto.

Críticas al gasto excesivo en Defensa

Uno de los principales puntos de fricción entre Cheng y Lai es la propuesta del Ejecutivo de elevar el gasto en Defensa hasta el 5 % del PIB en 2030, lo que requeriría la aprobación del Parlamento, actualmente controlado por el KMT y el Partido Popular de Taiwán.

Anuncio

La líder opositora ha rechazado esta medida al subrayar que Taiwán “no es un cajero automático”, y advirtió de que un gasto militar excesivo podría comprometer la capacidad financiera de la isla y alimentar una “carrera armamentista” con China.

El incremento del presupuesto de Defensa planteado por Lai responde a una exigencia directa de Estados Unidos, país que, aunque carece de relaciones diplomáticas formales con Taiwán, sigue siendo su principal proveedor de armamento y potencial aliado en caso de una invasión china.

Así, la postura de Cheng “podría aumentar las tensiones entre el KMT y la Administración Trump”, al reforzar la percepción en Washington de que la formación “no es un actor cooperativo dentro de Taiwán”, apunta Yang.

¿Oposición a largo plazo?

Anuncio

El relevo en la cúpula del Kuomintang llega en un momento decisivo, no solo para el partido -cuya primera prueba de fuego serán las elecciones locales de 2026-, sino también para el conjunto de la isla, sometida a una creciente presión militar, diplomática y mediática por parte de China.

En este contexto, Chen Yu-hua, profesor adjunto en la Universidad Internacional de Akita, sostiene que el lenguaje “extremadamente pro-Pekín” de Cheng “difiere demasiado” del sentir mayoritario de la sociedad taiwanesa, lo que podría convertir al KMT en una “fuerza de oposición a largo plazo”.

“Parece que lo que Cheng expresó antes y durante las elecciones no fue solo retórica electoral, sino un verdadero cambio de política. Si ese es el caso, significa que Cheng ha decidido posicionar al KMT como un partido de oposición a largo plazo y de corte extremo dentro del espectro político taiwanés”, subraya Chen.

“Ganar las elecciones (presidenciales) de 2028 puede no ser tan importante como consolidar el apoyo de Pekín”, concluye el investigador.

Anuncio
0
0

Trending