Los cantos revolucionarios de McDonald para guiar al Sinn Féin hacia una Irlanda unida

Dublín, 27 nov (EFE).- Al final de una larga jornada de campaña electoral, Mary Lou McDonald, líder de la oposición y del izquierdista Sinn Féin, aún tiene energía para subirse al escenario de un pub de Dublín y entonar cánticos sobre un pasado bélico que ahora, en tiempos de paz, puede desembocar en la reunificación de Irlanda.

La dirigente republicana, heredera directa del histórico Gerry Adams, comparte micrófono con Brian Warfield, cabecilla de los veteranos The Wolfe Tones, una de las bandas de música tradicional más famosas de la isla y exponente del género de «canciones rebeldes», durante un acto de las juventudes del partido, antiguo brazo político del ya inactivo IRA.

Interpretan a dúo ‘On the one road’, que habla de esa carretera que, aunque puede ser la ‘equivocada’, es donde están todos los irlandeses del ‘norte y sur’ compartiendo la ‘canción del soldado’ como un pueblo ‘unido’ para convertir ‘nuestra tierra de nuevo en una nación’.

No desentonan demasiado y la audiencia se une a la juerga porque corre la cerveza y conoce el tema desde la cuna.

Además, The Wolfe Tones viven una especie de ‘revival’ ante su gira de despedida este año, en una remontada parecida a la que está experimentado McDonald al final de la campaña de las elecciones de este viernes, tras las que aún confía en convertirse en la primera mujer al frente de un Gobierno de la República de Irlanda, según asegura a EFE.

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Antes de su actuación, ha esbozado los ejes de un programa que gira en torno a la grave crisis de la vivienda, la sanidad y el coste de la vida en un país cuya economía es boyante y roza el pleno empleo, pero donde se han acentuado las desigualdades, sostiene.

El futuro de una Irlanda unida

Aún así, Mary Lou, dublinesa de 55 años, dice a los jóvenes que tienen futuro. Un futuro brillante en una Irlanda reunificada.

La política nacionalista pasa de puntillas por el tema de la inmigración, cuyo repunte lo ha situado en el centro del debate y sobre el que más ambigua se ha mostrado, hasta el punto de que el Sinn Féin ha pasado en apenas dos años de ser la formación más popular, con más del 30 % de apoyo, a caer al 16 % al comienzo de la campaña y remontar al 20 % a dos días de la votación.

Su liderazgo se ha cuestionado y sabe que se la juega en unos comicios en los que ha apostado fuerte por la vivienda y el fin de la partición con la provincia británica de Irlanda del Norte a través de consultas en las dos jurisdicciones de la isla, como contempla el acuerdo de paz del Viernes Santo (1998).

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«Nuestra ambición en estas elecciones es convocar esos referendos al final de esta década. El cambio en toda Irlanda está siendo enorme, pero particularmente en el norte, y creemos que los preparativos, el debate sobre el futuro de Irlanda, una Irlanda unida, nueva, deben abordarse ya», reitera a EFE a la mañana siguiente, en un acto de presentación de la hoja de ruta.

McDonald recuerda que el Sinn Féin ya encabeza en Belfast con otra mujer, Michelle O’Neill, el Ejecutivo de poder compartido con los unionistas, y que la «principal responsabilidad» del próximo ‘taoiseach’ (primer ministro) es preparar el terreno.

A este evento solo asisten los medios y hay quien se pregunta si a los jóvenes no les preocupa más la sanidad o la educación que la lucha por un objetivo histórico que ha resultado inalcanzable durante siglos.

«La juventud irlandesa pisa fuerte, es fantástica. Todos esos jóvenes que vistes anoche (en el pub) creo que representan perfectamente a las nuevas generaciones. Ven el mundo de manera muy diferente a su padres, sus experiencias son diferentes, tienen la suerte de que no vivieron el pasado conflicto en nuestra isla», repasa McDonald.

No son conformistas, precisa, y reconocen qué necesitan, «qué está mal en la sociedad irlandesa», al tiempo que identifican «las soluciones y oportunidades» que brinda una Irlanda unida.

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Remontada del Sinn Féin sin premio

Con estos asuntos como bandera, el Sinn Féin fue el más votado en las elecciones de 2020, pero McDonald no pudo formar gobierno ante la falta de apoyos en el espacio de la izquierda, lo que dio paso a una histórica coalición entre el centrista Fianna Fáil y el democristiano Fine Gael, rivales desde la Guerra Civil (1922-1923) y que se han repartido el poder desde entonces.

Las tres formaciones acuden de nuevo a las urnas muy igualadas en las encuestas, pero los dos grandes partidos ya han rechazado a los republicanos como posibles socios, pues recelan de sus políticas económicas y aún critican su pasado vinculado al IRA.

«Son tonterías -protesta McDonald-, somos los más preparados, dedicamos el verano a presentar propuestas concretas sobre vivienda, sanidad y cuidados que están listas para aplicarse. Lo que necesitamos es una oportunidad».

Confiesa, asimismo, que siempre le ha «irritado» que los «grandes partidos del poder establecido» digan «no voy a hablar contigo» porque eso es «reprobable desde el punto de vista democrático».

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«Lo importante, más allá de los partidos, es que ahora existe la oportunidad real de que, por primera vez, haya un gobierno liderado por el Sinn Féin», concluye.

Javier Aja

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