Luis Suá­rez: “Mi hi­jo me pi­de pa­ra ju­gar con él y no pue­do”

Sin decirlo, el jugador uruguayo dice que piensa en retirarse por una lesión en una rodilla. Luis Suárez se despidió de los hinchas de Gremio de Brasil y está cada vez más cerca de cerrar su llegada a Inter Miami para reencontrarse con su viejo socio y amigo, Lionel Messi. A los 36 años, el goleador uruguayo convirtió el gol de la victoria sobre Vasco da Gama (1-0) y cerró el domingo de frente a los hinchas y acompañado de su familia en su último partido de local por el campeonato brasileño. El último partido será mañana ante Fluminense como visitante.

Pese a los intentos de Gremio para retenerlo, Suárez ya tiene decidido “bajar la intensidad” y su futuro estaría en Inter Miami, según la prensa internacional. En declaraciones a la radio Sport 890 de Uruguay, el delantero contó los problemas que sufre por su rodilla derecha: “El que habla es mi cuerpo y el dolor que siento en el día a día es mucho. Me he ganado el derecho a decidir, a decir basta y a disfrutar del lugar en el que me toque jugar y de mis hijos, que tuvieron pocas vacaciones en el último tiempo y se quedaron conmigo apoyándome. Necesito descansar, disfrutar de la familia y el destino sabrá a donde me tocará en un futuro. Si voy a un club es para ganar, sino me retiraría”.

El Pistolero reveló más detalles: “Antes de cada partido me tomo tres pastillas a la noche, otra a la mañana y antes del partido me inyecto un analgésico. Sino, no puedo jugar. De ahí viene la renguera”, contó el delantero que lleva 15 goles y 11 asistencias en 32 partidos del Brasileirao y en total con Gremio jugó 53 encuentros, con 23 conquistas. “Tengo que pensar que en cinco años capaz no puedo jugar ni un fútbol 5 con amigos. La verdad que los primeros pasos de la mañana son muy dolorosos. El que me ve piensa que es imposible que juegue un partido. Mi hijo me pide para jugar con él y no puedo”, confesó.

El máximo goleador del seleccionado uruguayo volvió para la última doble fecha del año y tuvo su primer encuentro con Marcelo Bielsa. “Me dijo que en cinco minutos agarré un concepto que a otros les puede costar más entrenamientos”, contó

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