Conecte con nosotros

Crimen y Justicia

Navi Pillay, jueza que denunció el genocidio en Gaza: “fue una investigación desgarradora”

Publicado

en

La jueza sudafricana Navi Pillay, hasta fecha reciente presidenta de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Palestina, en una imagen de archivo. EFE/EPA/MARTIAL TREZZINI

Ginebra, 22 dic (EFE).- La jueza sudafricana Navi Pillay, hasta fecha reciente presidenta de la Comisión de Investigación de la ONU sobre Palestina, reconoce que el conflicto de Gaza, en el que su último informe concluyó que se había cometido un genocidio, fue “el más desafiante y desgarrador” que le tocó analizar, tras décadas curtida en la lucha por los derechos humanos.

Uno de los desafíos que planteó la elaboración del crucial informe, que requirió dos años de trabajo, fue “la negativa de Israel a permitirnos entrar en su país y en los Territorios Palestinos para investigar”, destaca en una entrevista con EFE una vez abandonado el cargo el pasado 3 de noviembre.

“Para agravar la situación, fuimos objeto de una avalancha de abusos y de acusaciones de Israel y sus partidarios, tachándonos de antisemitas, lo cual no era cierto”, recuerda la jurista de 84 años, presidenta de una comisión investigadora que completaban el jurista australiano Chris Sidoti y el indio Miloon Kothari.

Una vida consagrada a las libertades fundamentales

Su demoledor informe podría ser el colofón de una carrera de más de medio siglo de defensa de los derechos humanos, ya iniciada cuando como joven abogada en Sudáfrica intentó luchar contra el apartheid.

Anuncio
Velasquez Accidentes

“No gané muchos casos ni obtuve derechos para mis clientes, principalmente porque las meras leyes eran malas y opresivas contra nosotros, las personas de color, pero como muchos de mis colegas, no nos rendimos en la lucha por los derechos ni nos deprimimos con las pérdidas, permanecimos y persistimos”, recuerda de esa época.

Su salto a la esfera internacional llegaría en 1995, cuando fue nombrada como uno de los jueces del tribunal internacional que condenaría más tarde a los autores de otro genocidio, el perpetrado en Ruanda en 1994.

Entre 1999 y 2003 fue magistrada de la Corte Penal Internacional, y de 2008 a 2014 fue la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, un cargo que, destaca, “debe llevarse a cabo sin discriminación, miedo, prejuicio o favoritismo”.

Al frente de la defensa de las libertades fundamentales en el seno de la ONU, le tocó lidiar con el comienzo de conflictos que aún resuenan como los de Siria o Libia, la guerra en Darfur, o la Operación Plomo Fundido de Israel en Gaza.

A falta de conocer si Pillay seguirá trabajando en la defensa internacional de los derechos humanos con otras responsabilidades, la jueza sigue siendo, no obstante, presidenta de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, una iniciativa creada por el Gobierno de España y con sede en Madrid.

Anuncio
Velasquez Accidentes

“Los conflictos van en aumento, los perpetradores no son responsabilizados, y en algunos casos, los propios Estados apoyan y permiten estos actos de ultraje a la ley internacional”, lamenta Pillay, quien admite que la doctrina de los derechos humanos “ha fallado a la hora de poner fin a la guerra y la destrucción”.

La sudafricana recuerda una vez más, en este sentido, “el genocidio de Gaza, donde se ha registrado el mayor número de víctimas civiles y de niños asesinados en los conflictos armados recientes”.

El multilateralismo en peligro

Para colmo, lamenta, esto se produce en un contexto de “retrocesos contra el multilateralismo y los ataques a los derechos humanos y los principios democráticos”, mientras “la ONU está atravesando una crisis de legitimidad y no está cumpliendo con su mandato central de prevenir guerras y lograr la paz”.

Pillay también ve con pesimismo la falta de avances en la persecución de los objetivos de desarrollo sostenible, o en la lucha contra la crisis climática, la pobreza y la desigualdad de la vasta mayoría de la población mundial, “en medio del dominio de los superricos y los tecnócratas”.

Anuncio
Velasquez Accidentes

La sudafricana ganó fama de resistente a las presiones, algo que según ella aprendió en su etapa como jueza y tuvo que poner en práctica como jefa de derechos humanos de la ONU, una época en la que desafió peticiones diplomáticas para que, por ejemplo, “se enfocara en los conflictos en África y lugares lejanos”, según recuerda.

“Hay mucha presión sobre los administradores de Naciones Unidas por parte de los países para que se adhieran a sus esferas de interés, especialmente en la sede de Nueva York”, reconoció.

Con todo, Pillay aseguró que no recibió presión política directamente de parte de representantes de Estados, y que siempre insistió en que “las obligaciones de derechos humanos recaen igualmente en todos ellos, sin dobles estándares, y que deberían mantener la misma exigencia con amigos y enemigos”.

Tras una extensa carrera en la esfera de los derechos humanos, Pillay considera que uno de sus logros ha sido ayudar a difundir la importancia de las libertades fundamentales, algo a lo que han ayudado las redes sociales, que apenas comenzaban a eclosionar cuando ella comenzó a ser alta comisionada.

“Las niñas de hoy no aceptarán el tipo de restricciones y discriminación que mi generación sufrió porque éramos mujeres. El alcance y la difusión de las redes sociales nos permitió alcanzar a millones de personas, mientras que antes los mensajes y discursos solo llegaban a unas pocas que los veían o leían”, resume.

Anuncio
Velasquez Accidentes

Antonio Broto

0
0

Trending