“Si Liliana no es para mí, no será para nadie más”

Raleigh, N.C., 17 de enero de 2024- “Gerardo planificó el asesinato de mi hermana. Lo tenía todo preparado”, aseguró Mauricio Concha, hermano de la colombiana asesinada el pasado 9 de enero por su expareja, Gerardo Obando Villalobos, en Raleigh.

En entrevista a La Conexión USA, Mauricio narró que Liliana le había compartido que el 23 de diciembre, Gerardo le dijo: “Si no eres para mí, no serás de nadie más”.

A juicio de Mauricio, esto era sin lugar a dudas una cruel y poderosa advertencia y que si él la hubiese escuchado directamente, hubiera puesto un reporte en la policía.

“Gerardo era muy celoso, muy posesivo. Se obsesionaba, la seguía, la acechaba. Por cualquier razón, él se aparecía donde ella estaba, la avergonzaba ante clientes. Él se sentía el dueño de ella, a pesar de que ya llevaban más de un año separados”, relató.

Agregó que, hace unas tres semanas, en una de las últimas conversaciones que tuvo con ella, le contó lo siguiente:

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“Yo iba con unos de los inversionistas en mi carro y Gerardo me llamó y me preguntó: “¿Vas con alguien en el carro? ¿Cómo así, si tú nunca montas a nadie en el carro? Y me dio mucha vergüenza porque el inversionista escuchó eso y tuve que pedirle disculpas”.

-¿Liliana nunca hizo un comentario acerca de algún comportamiento violento de Gerardo?

-No, nunca. Gerardo y yo teníamos muy buenas relaciones. No porque hizo lo que hizo, yo voy a hablar ahora mentiras. No… Gerardo nunca fue una persona violenta. Nunca hubo un maltrato físico en contra de mi hermana. Que nosotros supiéramos, nunca. 

Mauricio marcó una diferenciación entre lo que denominó “el Gerardo amigo” y “el Gerardo pareja”.

“El Gerardo amigo siempre estaba para la gente, pero el Gerardo pareja era horrible. Mi hermana terminó tres veces con él, antes de esta última vez y él volvía, y volvía, y volvía. Él no aceptó la realidad de que mi hermana estaba pensando en ella, como persona, como mujer, como madre y amiga. Él no aceptó la pérdida y decidió matarla”, precisó.

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“Sentí mucha rabia”

Mauricio es el hermano menor de Liliana. Ellos dos estaban en Carolina del Norte, otro de los hermanos vive en Madrid y el otro en Londres.

Se reunirán pronto para darle el último adiós a quien por cariño llamaban “Nana”.

Mauricio siente un gran vacío y describe a Liliana como su cómplice eterna, su bastión, su ejemplo de vida, su media mitad y su alegría.

“Éramos unos locos sueltos por la vida. Ella era mi todo”, dijo llorando.

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Confesó que, desde el primer día de esta tragedia hasta hoy, el dolor no ha cambiado, pero su actitud hacia todo este caos sí.

“Yo sentí muchísima rabia porque nadie tiene derecho a quitarle la vida a otra persona. Era muy difícil de entender. Ahora, esa rabia se ha ido disipando, a partir de las incontables muestras de cariño que todos recibimos de las personas que querían a Nana. el dolor sigue, pero el amor de la gente es un aliciente”.

“Nosotros conocíamos el espíritu solidario de Liliana, pero que la gente nos cuente el impacto que ella tuvo en sus vidas, nos dio alegría, en medio de todo”, agregó.

Mauricio siempre le decía que se sentía orgulloso de todo lo que ella había hecho y había logrado.

“A mí me duele, pero estoy recogiendo todos los frutos de lo que mi hermana sembró y eso me ayuda a respirar amor y llevar de mejor manera esta sensación de vacío. Ella vive en el amor de la gente y eso me hace feliz”.

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El trastorno mental se disfraza

Mauricio Concha hizo una reflexión acerca de cuán fácil es esconder un trastorno de salud mental o disfrazarlo de alegría y tranquilidad.

“Si alguien está sufriendo de un trastorno de salud mental, de depresión, ansiedad, o cualquier otro trastorno, hablen, busquen con quien hablar, busquen ayuda. Es importante que siempre encuentren a alguien porque quedarse aislados y solos con sus sentimientos, puede llevarlos a cometer delitos y a hacer mucho daño a muchas personas”.

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