Tras masacres, Sheinbaum admite que resultados en seguridad no son «de un día para otro»

Ciudad de México, 12 nov (EFE).- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, admitió este martes que los resultados de su estrategia de seguridad no llegarán «de un día para otro», en referencia a las recientes masacres en las que murieron decenas de personas en los estados de Guerrero, Querétaro y Sinaloa, y que se han producido en las primeras semanas de su mandato.

“Vamos a dar resultados y eso tiene que ver con la coordinación y la estrategia de la que hemos estado hablando, no es de un día para otro, pero se van a notar los resultados», detalló Sheinbaum, quien apuntó a la necesidad de atender las causas del problema, disminuir la impunidad e ir mejorando la seguridad.

La mandataria dio a conocer un informe de seguridad durante su conferencia de prensa matinal a raíz de las recientes masacres, que han causado una gran conmoción nacional, entre ellas, el asesinato el pasado domingo de seis personas en un bar de Cuautitlán Izcalli, municipio del Estado de México contiguo a la zona metropolitana de Ciudad de México

Además, otras diez personas murieron y trece resultaron heridas en la zona central del país el pasado sábado durante un ataque ocurrido en un bar cerca del centro histórico de Querétaro, ciudad patrimonio cultural de la humanidad que hasta ahora había permanecido al margen de sucesos sangrientos.

Y apenas la semana pasada, once cadáveres de comerciantes fueron descubiertos en una camioneta abandonada en el estado de Guerrero, sur del país, donde el 24 de octubre hubo también diecinueve muertos, incluyendo dos policías, a raíz de un enfrentamiento entre el Ejército y grupos delictivos que se tomaron por la fuerza el municipio de Tecpan de Galeana.

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«Hay cinco entidades que concentran prácticamente el 50 % de los delitos», detalló la presidenta, quien apuntó a la necesidad de articular estrategias particulares para cada área.

La violencia, el principal reto de Sheinbaum

Sheinbaum asumió la presidencia el pasado 1 de octubre, tras seis años de mandato de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), durante cuyo Gobiern hubo más de 196.000 asesinatos, según reportó recientemente la organización civil Causa en Común con base en cifras oficiales.

Sheinbaum, militante al igual que López Obrador del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ha presentado un plan de seguridad basado en cuatro ejes: atención a las causas de la violencia, consolidación de la Guardia Nacional, uso de inteligencia contra el crimen, y coordinación entre las autoridades federales y estatales.

Desde que llegó al poder Sheinbaum, las autoridades han detenido a 3.015 criminales de alto perfil y confiscado 390.740 pastillas de fentanilo, según indicó el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.

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En total, la Administración federal se ha incautado de 42 toneladas de droga, incluyendo el decomiso de las pastillas de fentanilo, otros catorce kilogramos de esa sustancia, veintidós kilos de heroína, más de 8.500 de marihuana, 20.075 de cocaína y 13.373 de metanfetaminas.

“Con estas acciones, reafirmamos que el Gobierno de México está actuando con firmeza para combatir la violencia en nuestro país y trabajar por la paz y la seguridad en todo el país“, destacó García Harfuch.

La Administración Sheinbaum también ha heredado la pugna dentro del cártel de Sinaloa a raíz del arresto del capo Ismael ‘El Mayo’ Zambada en Estados Unidos, y que ha causado cerca de 350 asesinatos en Sinaloa desde septiembre, si bien el promedio de homicidios en noviembre ha disminudo algo (3,91 al día).

«A partir de septiembre, y debido a una pugna entre grupos de la delincuencia organizada, se registró un incremento en el número de homicidios, llegando a un promedio diario de 4,17 en septiembre y 5,77 en octubre», informó la titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), Marcela Figueroa.

La nueva presidenta también afronta críticas por impulsar la militarización de la seguridad pública y la reforma judicial que establece la elección por voto popular de los jueces y los magistrados de la Suprema Corte a partir de 2025, con candidatos propuestos por el Ejecutivo y otros poderes.

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«Hay problemas de inseguridad en el país, que estamos atendiendo, pero no hay represión del Estado mexicano, eso es otra cosa”, puntualizó Sheinbaum este martes.

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