Vuelve a la escena “A puerta cerrada”

Raleigh, N.C., 22 de enero de 2024- Los días 8 y 9 de marzo, un grupo de luchadores contra violencia doméstica desvelarán lo que ocurre “a puerta cerrada”, en tres nuevas funciones a través de las cuales se proponen sensibilizar a la comunidad en torno a este flagelo que quiebra voluntades y rompe familias, desde la mirada de las víctimas y sobrevivientes.

El viernes 8 de marzo de 2024, será conmemorado el Día Internacional de la Mujer en Durham, con la segunda función de la puesta en escena “A puerta cerrada”. Este tributo reflexivo al género femenino comenzará a las 12 p.m., en el 421 Chapanoke Road, de Raleigh,

Será en español y abierta al público en general.

La tercera y cuarta función (una en inglés y otra en español) tendrán lugar, el sábado 9 de marzo, en el Museo de Artes de Carolina del Norte. 

La directora de esta protesta artística contra la violencia doméstica, Jenny Bustamante Ferrell, confesó el orgullo y el profundo agradecimiento que siente frente al compromiso mostrado por una veintena líderes comunitarios que forman parte del elenco, quienes a través de sus voces y actuaciones hacen que este mensaje de sensibilización llegue más lejos.

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La escritora de estas líneas ha tenido el privilegio de colaborar con la producción de esta puesta en escena y hoy agradece la oportunidad de aprender a actuar correctamente para ayudar a víctimas de la violencia doméstica.

“Se habla de ´Igualdad´, pero me gusta la palabra ´Equidad´ entre hombres y mujeres”, dijo Jenny Bustamente. “Sin duda, las mujeres, cuando estamos amamantando, cuando estamos embarazadas, cuando tenemos ciertos períodos o tenemos tres niños a nuestro lado, no podemos decir que estamos en un rol de igualdad respecto a los hombres. Ellas no pueden salir corriendo de una casa cuando son víctimas de violencia doméstica. Muchos aspectos están en juego en una relación abusiva, entre ellos su vulnerabilidad”, agregó.

Jenny ha hecho que el elenco y el público pongan su mirada sobre la persona que sufre los latigazos -algunos emocionales y otros físicos- de una pareja abusiva.

“Con esta puesta en escena, pretendemos masificar este mensaje desde la óptica de una sobreviviente. Lo que acaba de ocurrir con Liliana Concha me dejó sin voz. Se me bajaron las defensas y me enfermé, tras sentir el dolor de toda nuestra comunidad ante un hecho tan triste. Y no puedo dejar de pensar en que muchas mujeres se sienten así por una situación que las mantiene sufriendo en sus hogares: sin poder hablar”, dijo en profunda reflexión.

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Relaciones que duelen

La entrenadora personal Lorena Trocel, quien interpreta un papel crucial en “A puerta cerrada” relató, a partir de una experiencia vivida, que a causa de conductas aprendidas en sociedades latinoamericanas, muchas mujeres tienden a negar que están siendo víctimas de violencia doméstica o les cuesta reconocer las señales.

“Las relaciones pueden comenzar a cambiar de tono, pero tú sigues enamorada de lo que ´era´ esa persona, te quedas enganchada y no te das cuenta de las señales de violencia hasta que comienza lo peor, y muchas veces cuando todo llega a acabar con tu vida”, describió reflexiva.

Concedió una marcada importancia al violentómetro, un instrumento de medición de los niveles de la violencia doméstica, creado por el gobierno de México.

“A través de este violentómetro, las personas pueden verse identificadas y reconocer, en etapas tempranas, cuando una relación da señales de que no está yendo bien”.

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El hueco en la pared

Mónica Andrade, quien ha dejado su alma en la escena, confesó que esta obra ha hecho que ella ahora tenga más fortaleza que miedo y tenga más herramientas para decirle a otras cómo duele la violencia doméstica.

“Es como que tienes un hueco en la pared, le pusiste un cuadro y no quieres ver ese hueco. Eso es lo que me pasó a mí. Pero, participando en esta puesta en escena recordé que el hueco está ahí. Gracias a esto, yo pude descubrir y entender mucho mejor cómo se sienten las mujeres con las que trabajo y cómo las puedo ayudar. Puedo ser más empática y comprender absolutamente lo difícil que es para ellas salir de una relación abusiva”, relató.

“Es mucho mejor quitarnos esa venda que no nos deja ver muchas cosas que necesitamos ver y extender nuestras manos para ayudar a otras a quitarse sus vendas”, agregó.

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