“Yo me muero si no le doy el último adiós a mi hija”

Raleigh, N.C., 17 de enero de 2024- La abogada de la familia de Liliana Concha, Johanna Kelley, de la firma J Kelley Law Group, informó a La Conexión USA que las autoridades consulares de la embajada de los Estados Unidos en Bogotá, Colombia, asignaron a la madre de Liliana Concha, Alba Omaira Pérez González, la cita del chequeo biométrico (tomado de huellas dactilares) para el jueves 18 de enero y la entrevista para la visa humanitaria para el viernes 19 de enero.

El clamor de sus familiares y de esta madre fue escuchado, y las posibilidades de que Alba Omaira abrace a su hija y la despida antes de que su cuerpo pase a santa cremación son mayores.

Liliana Concha perdió la vida el pasado 9 enero, tras recibir un impacto de bala, en el bloque 2800 de Plaza Place, de Raleigh, Carolina del Norte. Su excompañero sentimental, Gerardo Obando Villalobos, detonó el arma, cegándole la vida, y luego se suicidó.

Entre lágrimas y con voz entrecortada, esta madre confesó el gran dolor que siente y, ayer, durante una entrevista en exclusiva concedida a La Conexión USA, rogó a las autoridades de la embajada que escuchara sus ruegos.

«Me siento muy triste. Del 1 al 100, este dolor es de 200. Yo me muero si no le doy el último adiós a mi muchacha. Yo me quiero despedir de mi única hija. Yo no quiero dejarla ir sin mi bendición. Ella era lo mejor que yo tenía. Ella es la hija más bella que yo tengo y ya se me fue», dijo intentando tomar aire para controlar la respiración que se le entrecortaba.

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Alba tiene fe en que la visa humanitaria le será otorgada.

“Yo tengo la firme esperanza de que veré a mi hija.  Yo le voy a dar un beso y la voy a abrazar como cuando estaba viva mi niña”, dijo y rompió en llanto.

Alba Omaira recibió la noticia que le desgarraría el alma de parte de su hijo Mauricio Concha.

«Él llamó a un primo para que me acompañara a recibir la noticia. Yo le pregunté: qué pasó? Y él me dijo: Mamá, Nana (Liliana) ya no está con nosotros», relató.

Se arrodilló y le imploró a Dios que la reciba en los cielos, ahogada en un llanto desgarrador.

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“¿Por qué se me fue mi niña? Ella no le hacía mal a nadie. Pregunte por ella y verá quién era. Ella ayudaba a todo el mundo y conmigo fue siempre muy especial. Nunca me reprochaba nada. A pesar de la distancia, ella me llamaba por teléfono siempre y ahora no recibiré sus llamadas. Voy a extrañar todo de ella», dijo llorando.

El hermano de Liliana, Mauricio Concha, dijo que debido a que dar una noticia tan dolorosa como esta, a distancia, no es fácil, no quiso dar detalles de la verdadera causa de su muerte a su madre en un principio.

En medio del dolor, Alba Omaira dijo que «a mí me negaron los motivos reales. Me dijeron que había sido un accidente, que se había caído por un hueco. Me dijeron mentiras, hasta que finalmente me dijeron que Gerardo la había matado y que después se había matado. Yo sentí que el corazón se me partió en dos”.

¡Que Dios lo perdone!

«No sé por qué Gerardo hizo eso porque él también era buena gente», dijo respecto al homicida, a quien conoció muy bien y de quien nunca imaginó que se atrevería a tomar una decisión tan impactante como esta.

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«Yo lo conocí y lo veía como una buena persona, muy decente, muy educado. Era profesional. Él no tenía que haber hecho eso. Si él se enloqueció o algo, que Dios lo perdone. De corazón lo digo… que Dios lo perdone».

Liliana había terminado su relación con Gerardo hacía casi un año.

Ese día, el fatídico 9 de enero, ella llamó a su madre para contarle que saldría a comer con él.

Alba Omaira recordó las palabras que le dijo, sin imaginar que serían las últimas.

«Bueno, hija, lo que usted quiera. Usted es quien tiene que analizar su vida y sus cosas´. Y ella me dijo: ´Después la llamo y le cuento´. Y esa llamada nunca llegó y nunca supe qué pasó. Gerardo me la mató».

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Huyó de la Violencia Doméstica

Alba relató que crió a sus cuatro hijos sola porque se alejó de su padre para sentirse segura.

“A mí me pasaron cosas muy grandes con el papá de mis hijos. Y yo lo alejé de nosotros y viví más tranquila con mis muchachos”, confesó.

Espantada frente a lo que pasó con su hija, esta madre envió un mensaje a las mujeres que viven en relaciones abusivas.

“Aléjense si ven malos tratos o malas cosas y no tengan contacto con ellos para nada, así los quieran mucho”.

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Está viviendo en carne viva el daño que provocan los problemas de salud mental, en relación al estado emocional en el que se hundió Gerardo Obando antes de cometer el asesinato que le arrebató a su hija.

“Esto yo no quiero que le pase a ninguna otra mamá del mundo… a ninguna”. 

-¿Qué mensaje envía a las madres de otras mujeres que han perdido la vida de esta manera?

-Que Dios las acompañe. Voy a orar mucho por todas ellas. Yo no tenía idea de qué era esto… de este dolor. Mis días son muy oscuros. No quiero comer. No quiero hacer nada. Es horrible.

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De madre a madre

-Usted perdió a Liliana y la mamá de Gerardo perdió a su hijo. Ambas comparten un inmenso dolor. ¿Qué mensaje le envía a ella?

-Que lo siento mucho, que la quiero, aunque no la conozco, y que siento su dolor como el mío. Voy a tenerla en todas mis oraciones. Oraré porque Dios lo perdone. Yo no siento rencor ni odio. Dios siempre sabe lo que hace.

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