La Davis del pueblo

Bolonia (Italia), 23 nov (EFE).- Pese a la derrota ante Italia, la Copa Davis de España en 2025 pasará al recuerdo como la Davis del pueblo. Jaume Munar, Pedro Martínez, Pablo Carreño y Marcel Granollers rozaron la gesta contra todo pronóstico en una semana de ilusión, de unidad y de mucha fe en Bolonia.

La ‘Armada’ hizo soñar al país con la séptima ‘Ensaladera’ de su historia. Pasó de estar a una bola de quedarse fuera de la Final a 8 a ser finalista en Bolonia. Una montaña rusa de emociones en la que los protagonistas escribieron una fábula que a punto estuvo de tener un final feliz en Italia.

Todo comenzó el 14 de septiembre de 2025. Pedro Martínez restó a Holger Rune con bola de partido en contra y no se podía ni imaginar lo que estaba por suceder con la ‘Armada’. Aquel partido de clasificación para la Final a 8 de la Copa Davis terminó con victoria del español y le permitió a España, con la victoria posterior de Pablo Carreño, sellar un billete a Bolonia inesperado.

Sucedió en Marbella, en Puente Romano. La ‘Armada’ rubricó la mayor remontada de su historia en Copa Davis al revertir el 0-2 en contra y se clasificó a la fase final. De estar contra las cuerdas a estar entre las 8 mejores.

Los héroes de aquella jornada repitieron convocatoria. Jaume Munar y Pedro Martínez en la primera lista. Pablo Carreño entró como quinto hombre. Marcel Granollers, incorporación de lujo para el dobles como ganador de dos Grand Slam este curso. Y Carlos Alcaraz como colofón final a una gran lista.

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La presencia del murciano elevó el techo competitivo de la ‘Armada’. Fue candidata al título por su presencia. Por eso, cuando tuvo que abandonar la concentración por un edema en el isquiotibial del muslo derecho, en Bolonia fueron muchos los que apartaron a España de la ecuación.

Pero fue entonces cuando el espíritu real de la Copa Davis se apoderó de los cuatro tenistas restantes; de un capitán, David Ferrer, extramotivado; y de todo un equipo que hay detrás sosteniendo la labor de los protagonistas. La unión, la fe… todo el intangible tuvo cabida en la concentración.

La redes sociales se volcaron con los hombres de la ‘Armada’. ‘Los olvidados’, les denominaron algunos. “Nos merecemos algo de crédito, tenemos una gran carrera a nuestras espaldas”, dijo Carreño. La Davis se rebautizó. Sin estrellas y ante la adversidad se reconvirtió a la Davis del pueblo.

Bajo esa premisa España soñó durante casi una semana en Bolonia. Con una remontada ante República Checa en la primera jornada tras la derrota de Carreño. Munar en individuales y Martínez y Granollers en dobles le dieron la vuelta. Con una resistencia estelar ante Alemania. Carreño se redimió a lo grande. Remontó un 6-1 en el ‘tie-break’ de la segunda manga para cerrar la victoria. Y los dobles, de nuevo, dieron el punto clave con una exhibición.

Se permitió soñar en la final. Se lo ganó a pulso. Porque a la derrota de Carreño ante Berrettini le siguió un set espectacular de Munar ante Cobolli. Un 6-1 le endosó. Pareció irse todo a los dobles, pero el italiano resucitó de la nada, empujado por un público incansable en Bolonia. El milagro de la Davis se quedó a muy poco.

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Rozó la gesta España. Perdió en la undécima final que disputó en su historia. Ante la Italia más dominadora de siempre, ganadora de las últimas tres ediciones. Sin Alcaraz, sin Sinner.

Pase lo que pase, esta Davis pasará a la historia como la Davis del pueblo. Porque Munar, Martínez, Granollers y Carreño así lo merecen. Su camino, aunque no con final feliz, con tintes de épica constante, siempre sobrevolará las conversaciones del tenis español.

Tomás Frutos

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