Los precios en Argentina aflojan su febril carrera en septiembre

Buenos Aires, 10 oct (EFE).- La inflación en Argentina aflojó su velocidad en septiembre, hasta el 3,5 % intermensual, la tasa más baja desde finales de 2021, por efecto de la dura disciplina fiscal y monetaria sostenida por el Gobierno de Javier Milei y la relativa ‘paz’ cambiaria.

Según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de precios al consumidor se situó en septiembre en el 209 % en comparación con igual mes de 2023, su quinta desaceleración interanual consecutiva.

En el noveno mes del año, los precios al consumidor crecieron un 3,5 % en comparación con agosto, lo que implica una desaceleración con respecto a la tasa mensual del 4,2 % que se había registrado en el octavo mes.

El índice mensual de septiembre es el más bajo desde noviembre de 2021, cuando la variación mensual fue del 2,5 %.

«El proceso de desinflación continúa y el rumbo de ortodoxia fiscal y monetaria no cambiará», afirmó el ministro de Economía argentino, Luis Caputo, a través de la red social X.

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Tras la sacudida provocada por la súbita devaluación del peso argentino dispuesta por el Ejecutivo de Milei al iniciar su gestión, a finales de 2023, la inflación saltó a tasas mensuales del 25,5 % en diciembre y del 20,6 % en enero.

Pero de la mano de las primeras medidas de ‘shock’ de Milei, los precios iniciaron luego una tendencia descendente como resultado de un fuerte ajuste fiscal y monetario y el consecuente derrumbe del consumo que aplastó la demanda.

La moderación de los precios se hizo más evidente desde mayo, cuando la política monetaria de ‘emisión cero’ del Gobierno comenzó a dar frutos.

La relativa estabilidad cambiaria que se ha dado en los últimos meses también ha contribuido a estabilizar los precios en una economía altamente sensible a las fluctuaciones en la cotización del dólar estadounidense en la plaza local.

En septiembre, en particular, también ha colaborado a la desaceleración de la inflación la rebaja en un impuesto que pesa sobre las importaciones, lo que, por un lado, abarató los costes de bienes intermedios para la producción y, por otro, estimuló la competencia entre bienes finales importados y de fabricación argentina.

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«En la segunda semana del mes hubo una moderación importante del ritmo de aumento de los precios, ligada especialmente al componente de bienes, lo que sugiere un impacto favorable de la reducción del impuesto a las importaciones», observó la consultora C&T en un informe.

De acuerdo a los datos del Indec, entre las subidas registradas en septiembre destacan las de gastos de vivienda (7,3 %) y prendas de vestir y calzado (6 %).

Los alimentos y bebidas no alcohólicas crecieron un 2,3 % en relación con agosto y el 201,4 % en términos interanuales, un dato preocupante por su impacto en el coste de la cesta básica que determina la línea de la pobreza en Argentina.

Entre enero y septiembre, el índice de precios al consumidor ha acumulado un alza del 101,6 %.

Los más recientes pronósticos privados que recaba mensualmente el Banco Central apuntan a que la variación mensual de la inflación será de entre el 3,3 % y el 3,6 % hasta diciembre.

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Así, la inflación acumulada en el año en Argentina sería del 123,6 %, muy por debajo de la subida del 211,4 % en 2023, que fue la segunda tasa más alta en el país desde la hiperinflación de 1989-1990 y la cuarta mayor en el mundo el año pasado, según el Fondo Monetario Internacional.

Para el próximo año, el Gobierno ha planteado una pauta presupuestaria de inflación del 18,3 % anual, pero los consultores privados proyectan en promedio un alza del 35 % en 2025.

«Dada el ancla fiscal y con la economía recuperándose, el año que viene la inflación podría acercarse al 30 % anual, con índices mensuales que se ubiquen entre el 1 % y 2 % para la segunda mitad del 2025», dijo a EFE Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso.

Natalia Kidd

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