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Maduro habría llamado a su embajadora: Argentina y Venezuela definen que pasará con sus tensas relaciones

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“Ganó la extrema derecha neonazi en Argentina, que viene con un proyecto colonial. Argentinos, ustedes decidieron, pero no nos vamos a callar ante un proyecto colonial arrodillado al imperialismo”, bramó el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en un acto público y con su conocida retórica. Ocurrió hace un mes, y el cuestionado presidente venezolano –acusado por estos días de perseguir y vetar a la opositora Corina Machado y de querer quedarse con buena parte de Guyana– calificaba en los peores términos al entonces presidente electo Javier Milei, cuyo éxito dio por tierra con la esperanza del chavismo de continuar su vínculo amistoso con el Frente de Todos, luego Unión por la Patria. La renovadaydurísimacrí tic a de esta semana alDNU mostró aun Maduro dispuesto ala batalla retórica contra el “manual represivo” del Presidente, aunque más calculador en la arena de la diplomacia concreta. Anoticiado de la idea de Milei, quien pretende “no tener vínculos” directos con “dictaduras”, entre ellas Venezuela, Maduro analiza los próximos pasos en el vínculo diplomático bilateral. El presidente de Venezuela llamó a consultas a su embajadora, Stella Lugo, quien por estos días, y según publicó La Nación, ya regresó a Buenos Aires y espera la decisión del gobierno de Milei y la Cancillería en torno del reemplazo para Oscar Laborde, el embajador político de estrecho trato con Maduro que cesó en sus funciones luego de fortalecer el vínculo bilateral, el pasado sábado 9, junto a otros embajadores “militantes” en distintos destinos. Desde Caracas conocen de memoria que las prioridades del nuevo gobierno argentino son los Estados Unidos, Israel y “las democracias de Occidente”, entre ellas Gran Bretaña y Francia, donde la última semana estuvo la canciller Diana Mondino. Por eso, esperarán un tiempo prudencial para saber si la Argentina envía un nuevo embajador –hoy la representación está en manos del encargado de Negocios, Gabriel Volpi– o si dejará la embajada a cargo de diplomáticos de menor rango. “Vamos a ver qué hace el loco”, es la frase que resuena en la Cancillería, dicha por el propio presidente venezolano en un comentario despectivo hacia el flamante presidente argentino, quien a decir verdad tampoco ahorra en la intimidad epítetos contra el sucesor de Hugo Chávez, que gobierna desde hace una década y pretende extender su mandato el año que viene, hasta 2030. Ante el ataque directo de Maduro, y ya en rol de presidente electo, Milei fue en público mucho más cauto y solo afirmó que la utilización de la palabra “neonazi” contribuía a “banalizar” el Holocausto judío. En estas semanas, evitó hacer referencia a Venezuela y el resto de los países que se mostraban cercanos al kirchnerismo. La idea de “no jugar primero” de Venezuela contrasta con la drástica decisión del sandinista nicaragüense Daniel Ortega, quien retiró a su embajador Carlos Midences de la sede diplomática de Nicaragua en Buenos Aires. La misma senda que Venezuela tomaría el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien también aguarda la decisión argentina de reponer o no a un embajador en La Habana, luego del regreso a Buenos Aires de Luis Ilarregui, embajador político en la isla hasta hace diez días y también cesado en su cargo por la nueva gestión. “Rodear” al rabino Mientras los casilleros de Venezuela y Cuba podrían pasar largos meses sin completarse, la Cancillería acelera los nombramientos en destinos claves. A Gerardo Werthein (Estados Unidos), Daniel Scioli (Brasil), Ian Sielecki (Francia), Mariano Caucino (India) y el rabino Axel Wahnish en Israel, se sumó en las últimas horas la designación del diplomático de carrera Marcelo Suárez Salvia en China, defensor de Venezuela, Cuba y Nicaragua en los foros internacionales, y que en los últimos días había dejado traslucir su incomodidad por la falta de avances en la cobertura de la plaza principal, ocupada por el sinólogo Sabino Vaca Narvaja hasta el fin del gobierno kirchnerista. En el caso de Wahnish, fuentes diplomáticas confirman que la Cancillería busca “rodear” al rabino con diplomáticos de vasta experiencia, que ayuden al religioso –guía espiritual del primer mandatario– a afrontar un destino nada fácil, con embajador vacante desde hace casi dos años, en un país en guerra con el terrorismo de Ha mas y la decisión nada sencilla de trasladar la sede diplomática desde Tel Aviv hacia Jerusalén. La semana pasada, según pudo saber la nacion, Mondino firmó el traslado del diplomático de carrera Andrés Mangiarotti a Tel Aviv, mientras el diplomático a cargo de esa embajada luego de la renuncia del exgobernador de Entre Ríos Sergio Urribarri, Francisco Tropepi, es trasladado a la embajada en los Estados Unidos.
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