Botafogo vence a Palmeiras en el duelo de líderes y se aísla en la cima del fútbol en Brasil

Río de Janeiro, 17 jul (EFE).- La dirección del club brasileño Botafogo repudió este miércoles los actos de incitación a la violencia contra dirigentes de equipos rivales cometidos por sus hinchas poco antes del partido en que el conjunto carioca se midió al Palmeiras para definir al nuevo líder de la Liga en Brasil.

El club de Río de Janeiro manifestó su repudio en un comunicado publicado pocos minutos después de que, antes del partido, algunos de sus hinchas dejaran en una pasarela de acceso al estadio Nilton Santos dos muñecos colgados con cuerdas por el cuello, uno de los cuales representando a la presidenta del Palmeiras, Leila Pereira.

El otro muñeco, por la imagen que cubría el rostro, representaba al presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues.

«Botafogo repudia vehementemente las amenazas y actos criminales manifestados contra la presidenta del Palmeiras y el presidente de la CBF. Así que tuvo conocimiento, la dirección le solicitó a la policía que actuase inmediatamente», dijo el club en su comunicado.

El club agregó que uno de sus pilares fundamentales es el respeto por el adversario y dijo que considera que en el fútbol no se puede aceptar o dar espacio para cualquier tipo de violencia.

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«Que los responsables sean identificados y sancionados por las autoridades», asegura el comunicado.

En un vídeo publicado en redes sociales vinculadas a miembros de barras bravas del Botafogo y que muestra a los dos muñecos colgados, los supuestos responsables por el acto aseguran que se trata de un recado para los hinchas del Palmeiras de que «no son bienvenidos a Río de Janeiro».

El partido de este miércoles por la décimo séptima jornada que enfrenta a los dos líderes en la clasificación del Campeonato Brasileño fue precedido por varias provocaciones debido a la rivalidad entre los dos clubes que definieron el título de la Liga el año pasado.

El Botafogo lideró el Campeonato Brasileño del año pasado durante cerca de veinte jornadas pero terminó resbalando en sus últimos partidos y permitió que el Palmeiras lo superara y le arrebatara el título.

La crisis también fue provocada por las declaraciones en las que el presidente del Botafogo, John Textor, acusó a algunos clubes, entre los que señaló al Palmeiras, como responsables por el pago de sobornos a árbitros para manipular los resultados.

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Las acusaciones sin pruebas fueron duramente repudiadas por Leila Pereira y obligaron a la Justicia Deportiva a sancionar a Textor.

En medio de la crispación, los hinchas del Botafogo que acudieron este miércoles al estadio Nilton Santos ovacionaron a Textor y le manifestaron su apoyo.

Pereira aprovechó la oportunidad para volver a manifestar su rechazo a cualquier acto violento en el fútbol.

«Lamento este acto criminal, así como cualquier hostilidad en el ambiente del fútbol. La rivalidad siempre tiene que restringirse a la cancha. Considero que el deporte necesita de dirigentes responsables que no fomenten la violencia», dijo.

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