Un cardenal pasa el cepillo entre los miembros del Sínodo para recaudar dinero para Gaza

Ciudad del Vaticano, 7 oct (EFE).- El cardenal Konrad Krajewski, limosnero del papa Francisco, pasará este lunes el cepillo entre los miembros del Sínodo de Obispos reunidos en el Vaticano para recaudar fondos para Gaza y ha pedido que acudan «bien preparados» a la colecta.

La iniciativa ha sido comunicada por el Dicasterio para el Servicio de la Caridad justo el día en el que el papa ha convocado una jornada de oración y ayuno por la paz, cuando se cumple un año del ataque de Hamás a Israel que desató la guerra en Oriente Medio.

El purpurado polaco, que se encarga de las obras caritativas del pontífice, recaudará esta tarde dinero entre los participantes del Sínodo, una asamblea de obispos y laicos de todo el mundo, un total de 368, que aborda durante este mes temas de calado para la Iglesia.

Para ello Krajewski pondrá un cesto a las puertas del Aula Pablo VI del Vaticano, donde tienen lugar las reuniones, para que los miembros del Sínodo dejen sus donativos, que después serán enviados «directamente a la Franja de Gaza», según se lee en un comunicado.

La ayuda será canalizada por el único párroco católico de Gaza, Gabriel Romanelli, a quien el papa Francisco llama a menudo, casi cada día, para animarle en su asistencia a las personas de diversas religiones que acuden a su iglesia en busca de ayuda.

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El limosnero papal ha invitado a los participantes del Sínodo a «estar bien preparados» para la colecta.

«El Santo Padre nos ha pedido estar hoy particularmente unidos en la oración y ayunar por la paz en el mundo. Pero la oración y el ayuno no se hacen sin la limosna, que nos tiene que hacer sufrir, hacer daño, porque renunciamos a lo que nos pertenece para dárselo al prójimo con problemas o que incluso corre el riesgo de morir», justificó.

Por eso, el cardenal ha considerado «justo» hacer una colecta entre los miembros del Sínodo.

Francisco mostró este lunes su cercanía con los habitantes «martirizados» de Gaza y lamentó la «vergonzosa incapacidad de la comunidad» para «poner fin a la tragedia»en una carta a los católicos de Oriente Medio al cumplirse el primer año del ataque de Hamás.

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