El Partido Baaz, de Bachar al Asad, suspende todas sus actividades «hasta nuevo aviso»

Damasco, 11 dic (EFE).- El Partido Árabe Socialista Baaz, del derrocado presidente de Siria, Bachar al Asad, anunció este miércoles que suspende su trabajo y actividades «en todas sus formas hasta nuevo aviso» y señaló que todas sus propiedades y fondos se encuentran bajo la supervisión de los ministerios sirios de Finanzas y de Justicia.

Por medio de una declaración firmada por su secretario general, Ibrahim al Hadid, recogida por el medio Al Mayadeen, la formación comunicó que examinó y dio seguimiento a todas las situaciones políticas, económicas y sociales para la decisión del cese de actividades, además de anunciar que sus ingresos se depositarán en el Banco Central de Siria y que rescindirán de todos los militantes ya liberados total o parcialmente.

El Baaz, indica la información, decidió además entregar todos los mecanismos, vehículos y armas en posesión de los militantes al Ministerio del Interior o a la unidad o comisaría policial más cercana y levantar un acta oficial de los mismos».

La dirección central del partido ordenó además «devolver a todos los compañeros prestados y delegados de otros ministerios, instituciones y departamentos de origen, y pedirles ponerse a disposición de las entidades en las que trabajaron originalmente».

Adicional, señala el citado comunicado, el partido informa que la Universidad Privada Al-Sham está ahora bajo supervisión del Ministerio de Educación Superior desde los aspectos académicos y administrativos.

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El comunicado se conoce después de que el régimen del mandatario sirio, aferrado al poder durante 24 años, colapsó el pasado domingo a manos de los insurgentes liderados por Hayat Tahrir al Sham, HTS en árabe (el islamista Organismo de Liberación del Levante, en español), que tomaron Damasco sin apenas resistencia tras 12 días de ofensiva.

Ese mismo día, Hadi Al Bahra, presidente del máximo órgano político de la oposición siria en el exilio, la Coalición Nacional Siria (CNFROS), dijo que tras la caída de Al Asad no hay intención de desmantelar su partido, el Baaz, y en vez de eso reconvertirlo en una formación «normal» para no repetir los mismos errores en Irak después del derrocamiento del dictador Sadam Husein en 2003.

«Si los desmantelamos, los aislamos. Y si los aislamos, se vuelven extremistas», indicó entonces, al tiempo que aseguró que se limitará la «interferencia» de Irán y de Rusia -los principales aliados de Al Asad- de los asuntos de Siria.

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