Felipe VI destaca la hermandad entre España e Italia, más allá de intereses comunes

Roma, 11 dic (EFE).- Europa, la dignidad de los inmigrantes o la importancia de la voz de los países del sur son algunos de los intereses comunes entre España e Italia, cuya relación va más allá ya que les une un sentimiento de hermandad, ha dicho Felipe VI en la cena de gala que el presidente italiano, Sergio Mattarella, ha ofrecido a los reyes.

El Palacio del Quirinal ha sido escenario de esta cena de gala a la que asisten 200 invitados y que ha puesto fin a una intensa jornada de trabajo y encuentros que los reyes de España han mantenido en su segundo día de visita de Estado a Italia y que, precisamente, comenzó también en este palacio, sede de la Presidencia de la República y residencia de Mattarella.

Un viaje de Estado que se produce dentro de las estrechas relaciones que mantienen históricamente ambos países y que, como ha recordado Felipe VI en su discurso durante la cena de gala, van más allá: «no puede ser solo amistad, ni sintonía, ni complicidad, lo que alumbre las relaciones entre italianos y españoles: es más bien un sentimiento de hermandad», ha recalcado.

Entre los intereses comunes, el rey ha destacado como esencial para ambos países garantizar la estabilidad en el Mediterráneo y en el Sahel, así como un desarrollo sostenible para el continente africano.

«Nos mueve la voluntad de contribuir a una paz justa para Ucrania, donde el invasor no saque réditos de su apuesta contraria a todo derecho. Nos alienta también un deseo ferviente de lograr el silencio de las armas en Oriente Próximo, la restauración de las vías diplomáticas y el cese del sufrimiento de la población civil», ha recalcado en la cena de gala, al igual que ha hecho en el discurso pronunciado en la excepcional sesión conjunta del Congreso y el Senado ante centenares de parlamentarios italianos.

Y también ha insistido en cómo ambos países comparten «la prioridad de fomentar que los flujos de inmigración sean, ordenados y seguros, que así podamos garantizar a los inmigrantes la dignidad que se le debe a todo ser humano».

También es buena muestra de la intensidad de la relación entre ambos países, ha agregado, los casi 400 vuelos que conectan a diario los aeropuertos italianos y españoles; o el comercio bilateral, que se ha incrementado en casi 16.000 millones de euros en los últimos cinco años, ha dicho le rey.

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También lo son, ha agregado los 5 millones de italianos que visitan España cada año, o los 20.000 estudiantes españoles e italianos que realizan estancias de estudio en ambos países, en el marco del programa Erasmus.

Unas intensas relaciones que también han destacado el presidente italiano, que junto a su hija, Laura Mattarella, recibió esta mañana a los reyes y les acompaña en la cena de gala.

Mattarella, en su discurso en la cena, ha destacado también cómo los conflictos, la inestabilidad, las crisis climáticas y las fuertes desigualdades alimentan los crecientes flujos migratorios «que siguen siendo una prueba para todos». Y así «los valores más profundos en los que se basan nuestra civilización y la vida de nuestras comunidades se ven cuestionadas», ha dicho el presidente italiano.

«Europa es un proyecto imprescindible», ha recalcado el presidente italiano, quien ha advertido también de que «la fragmentación actual y los signos de erosión de la comunidad internacional, así como la ofensiva contra los principios de libertad, paz y justicia» hacen que la UE tenga que alcanzar la capacidad de influir en el mundo con una política exterior y de defensa «cohesionada y creíble».

La primera ministra, Giorgia Meloni, ofreció un almuerzo en Villa Doria Pamphilj, a Felipe VI y la reina Letizia, que visitaron también el Senado, mientras que el rey acudió asimismo al palacio del Ayuntamiento de Roma, donde recibió una réplica de la ‘Loba Capitolina’, símbolo de la ciudad, que le entregó el alcalde de la ciudad, Roberto Gualtieri.

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El jueves, el rey se reunirá en Roma con empresarios italianos y españoles, mientras que la reina mantendrá un encuentro con representantes de la FAO y posteriormente viajarán a Nápoles, donde el monarca será investido, por primera vez, doctor ‘honoris causa’ por la Universidad Federico II, coincidiendo con el VIII centenario de su fundación.

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