Guterres transmite al nuevo presidente libanés apoyo al Gobierno y a la paz en el Líbano

Beirut, 18 ene (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, se reunió este sábado con el nuevo presidente libanés, Joseph Aoun, a quien transmitió su total apoyo al Gobierno y a la paz en el Líbano, así como a la recuperación en el país.

«Tuve la oportunidad de expresar nuestra solidaridad con el pueblo del Líbano que tanto ha sufrido y nuestro total apoyo al presidente y al futuro gobierno, sabiendo que ahora será posible consolidar las instituciones libanesas y será posible crear las condiciones para que el Estado libanés proteja plenamente a sus ciudadanos», dijo Guterres tras el encuentro.

Aludía así, en declaraciones a los periodistas tras la reunión, a la elección la semana pasada de Aoun y del primer ministro, Nawaf Salam, con la que se puso fin a más de dos años de vacío en la jefatura de Estado y de un Gobierno en funciones en el país árabe.

El máximo responsable de la ONU también transmitió un mensaje alentador respecto a la paz y el control por el Ejército libanés de todo el territorio del país tras la retirada israelí del sur la parte meridional según el acuerdo de alto el fuego alcanzado a finales de noviembre pasado.

«Y será posible con la retirada de las fuerzas israelíes y con la presencia del Ejército libanés en todo el territorio libanés, abrir un nuevo capítulo de paz», apuntó.

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«Quiero expresar nuestro total apoyo y nuestra voluntad de movilizar, de movilizar al máximo, a la comunidad internacional para brindar al Líbano todo el apoyo para lo que creemos que será una pronta recuperación de este país, convirtiéndolo nuevamente en el centro de Oriente Medio», recalcó.

El político portugués, quien tiene previsto reunirse también este sábado con el nuevo primer ministro libanés, llegó el pasado jueves a Beirut en una visita de tres días, y fue recibido por el ministro libanés de Exteriores, Abdalá Bou Habib.

Ayer visitó el cuartel general de la Fuerza de la ONU para el Líbano, FINUL, en la ciudad de Naqoura (sur), donde apreció la labor de los 10.000 cascos azules desplegados en la zona y les aseguró que la ONU tuvo muy en cuenta su seguridad cuando decidió mantenerles sobre el terreno durante la dura ofensiva israelí del pasado otoño.

También pidió el final de la «ocupación» israelí en la zona de operaciones de la FINUL, y denunció el hallazgo por esa fuerza de un centenar de alijos de armas pertenecientes al grupo chií Hizbulá y otros actores desde la entrada en vigor del alto el fuego hace 50 días.

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