NOTICIAS
Conecte con nosotros

Política

La candidata ultra alemana tiende la mano al ala más radical de AfD con un discurso sobre inmigración

Publicado

en

La colíder de Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, durante su intervención en el congreso federal de este partido ultraderechista, celebrado en la ciudad de Riesa, que la ratificó como candidata a las elecciones del próximo 23 de febrero. EFE/EPA/Martin Divisek

Berlín, 11 ene (EFE).- La colíder ultraderechista alemana, Alice Weidel, ratificada como candidata a las elecciones del próximo 23 de febrero en el congreso federal que comenzó este sábado en Riesa (este), se definió hoy con un discurso agresivo centrado en la inmigración, lleno de guiños al ala más radical de Alternativa para Alemania (AfD), que según los sondeos será segunda fuerza.

Tras ser aclamada de forma unánime por los 600 delegados como la primera candidata de AfD a la cancillería desde la fundación del partido en 2011, Weidel no rehuyó la llamada a la «remigración», un término que habitualmente manejan extremistas de derechas y neonazis.

«Cerraremos las fronteras a cal y canto y se rechazará a todos los ilegales y sin papeles», afirmó, para prometer después deportaciones «a gran escala», así como poner fin a las prestaciones monetarias a solicitantes de asilo, dificultar la nacionalización y sacar a Alemania del sistema europeo de asilo.

«Si se le quiere llamar ‘remigración’, que se le llame ‘remigración’», dijo entre aplausos la candidata de un partido que está clasificado en parte como extremista por las autoridades alemanas.

En el ámbito de la política energética, Weidel -que anunció que su partido pondría fin a todos los programas contra el cambio climático- realizó promesas sorprendentes, como derribar todos los molinos eólicos, y afirmó que se reanudaría el suministro de gas ruso a través del gasoducto Nord Stream, inutilizado por un atentado en 2022.

Anuncio

La candidata ultraderechista se presentó como defensora de la libertad individual y empresarial.

Sin embargo, al cargar contra las universidades presuntamente infestadas de ideología «queer-woke», aseguró que, de gobernar, cerrará todos los programas de estudios de género y echará a todos sus profesores, sin especificar sobre qué base legal sería esto posible.

Protestas multitudinarias

El congreso en Riesa comenzó con dos horas de retraso sobre el horario previsto, después de que miles de activistas venidos de toda Alemania lograsen con éxito cortar temporalmente los principales accesos a la sala donde se celebraba.

Anuncio

El coche de la propia Weidel se vio bloqueado por una sentada y no pudo avanzar hasta que la policía no retiró por la fuerza a los activistas, que habían llamado a no ceder «ni un palmo al fascismo».

Los organizadores de las protestas, una alianza contra la derecha conocida como ‘Widersetzten’ (Oponerse) denunciaron por otro lado que la policía había usado contra manifestantes pacíficos porras, gas pimienta, cañones de agua e incluso perros.

Un diputado regional de La Izquierda que había acudido en calidad de observador y se había identificado como tal perdió el conocimiento tras ser golpeado en la cabeza por la policía, según denunció el grupo parlamentario de la formación en el Parlamento sajón.

Unas 10.000 personas participaron en la movilización, según los organizadores, mientras que la policía -que informó de que seis agentes habían resultado heridos leves y de que habían registrado 34 posibles delitos- habló de «varios miles».

Precisamente este mes se cumple un año desde una de las movilizaciones más multitudinarias de la historia reciente de Alemania, en las que aproximadamente un millón de personas llegaron a salir a las calles de Alemania de forma simultánea para protestar contra la AfD.

Anuncio

El detonante fue la participación de algunos miembros del partido en un encuentro de extremistas de derechas en Potsdam (este), donde se abordaron entre otros temas planes para una «remigración», es decir, la expulsión forzosa y masiva de inmigrantes y personas de origen extranjero.

Cordón sanitario

El favorito de las elecciones, el bloque democristiano (CDU-CSU), reiteró de nuevo este sábado que no cooperará con la AfD, en virtud del conocido como «cordón sanitario», pese a que con el 30 % que se le atribuye en intención de voto no podría gobernar en solitario.

El partido ultraderechista se sitúa en torno al 20 %, aunque según un sondeo de INSA para Bild difundido este sábado, a seis semanas de las elecciones, podría hacerse incluso con el 22 %.

Anuncio

Entretanto, los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, que fue elegido formalmente este sábado por su partido como candidato a los comicios, quedarían terceros con aproximadamente un 15 % de los votos, con uno o dos puntos de ventaja sobre los Verdes, sus actuales socios de coalición.

0
0

Trending