El PPE quiere una mayoría «de ultraconservadores a verdes» que socialdemócratas rechazan

Estrasburgo (Francia), 26 nov (EFE).- El jefe del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, el alemán Manfred Weber, defendió este martes su intención de trabajar con una mayoría «desde los Verdes hasta los Conservadores y Reformistas» en el hemiciclo europeo, mientras que la líder socialdemócrata, Iratxe García, insistió en excluir de ella a los ultraconservadores.

«Desde el PPE hemos trabajado en esta idea de un centro amplio en el Parlamento Europeo, desde los Verdes hasta ECR, la parte razonable de las fuerzas conservadoras. Y esto se va haciendo realidad», aseguró Weber en una rueda de prensa desde Estrasburgo, donde defendió que esto permitirá «cumplir con los intereses de Europa» durante los próximos cinco años.

El líder popular apuntó a que los ultraconservadores, partido donde se encuentran los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, han votado a favor de todos los candidatos a comisarios socialdemócratas y liberales en el Parlamento Europeo, aunque al mismo tiempo reconoció que partes de este grupo, como el Ley y Justicia polaco, no entran en su definición de «proeuropeos».

Frente al cuestionamiento por votar en varios temas junto a la extrema derecha en los primeros meses de la legislatura, Weber se mostró convencido de que la Eurocámara «se gestionará desde el centro» una vez empiecen a llegar las propuestas legislativas de la nueva Comisión Europea.

En respuesta, la jefa de filas socialdemócratas dijo que su grupo ha negociado únicamente con populares, liberales y verdes. «Esas son las fuerzas políticas con las que este grupo va a trabajar y negociar para posibilitar mayorías parlamentarias que pongan en marcha las políticas que Europa necesita», insistió García.

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«Yo cumplí con el mandato del grupo, que era llegar a un acuerdo», señaló, preguntada por las delegaciones socialdemócratas que han anunciado su voto en contra o abstención este miércoles, como la francesa.

«No ha habido en ningún caso una crítica hacia mi gestión en las negociaciones. Evidentemente, si existiera esa crítica es totalmente asumible por mi parte», añadió García, que reconoció que ella hubiera querido una Comisión Europea muy diferente a la que se va a aprobar este miércoles «pero el Parlamento no cambia gobiernos».

Los socialdemócratas actuarán mañana «con la responsabilidad que se espera» pero su voto a favor «no es un cheque en blanco» para Von der Leyen, insistió la española. «El día después hay que sentarse a negociar», dijo.

Desde las filas liberales, su presidenta, Valérie Hayer, subrayó que su mayoría preferida en el Parlamento Europeo incluye a su grupo junto a populares y socialdemócratas y puede extenderse también a los Verdes, pero no a ECR aunque haya algunas delegaciones ultraconservadoras, como la N-VA belga, con la que sí ve posibilidades de trabajar.

Los Verdes, por su parte, volvieron a mostrarse críticos con la nueva Comisión Europea y reconocieron que el grupo se dividirá este miércoles en el voto: una pequeña mayoría se pronunciará a favor y una «parte considerable» del grupo lo hará en contra «por muy buenas razones», admitió uno de los líderes del grupo, Bas Eickhout.

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«Nos preguntaréis si estamos seguros de que apoyarles va a funcionar y la respuesta es no», dijo la otra jefa de filas, Terry Reintke, que subrayó que su sí a la Comisión Von der Leyen es un voto de confianza para tratar de salvar la cooperación estructurada entre las fuerzas del centro en el Parlamento Europeo.

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